Creixell había montado en los últimos días un pesebre con figuras de resina en el aparcamiento situado detrás del Ayuntamiento y enfrente de la Casa de Cultura de Cal Cabaler, en la calle Sant Jaume.
Aprovechando las paredes que delimitan estas plazas de aparcamiento, se había montado una estructura de madera para recrear un cobertizo y unas balas de paja que dieran cierto calor al belén de figuras que se han colocado en este emplazamiento céntrico de la localidad del Tarragonès.
Sant Josep, la Verge Maria, el pequeño niño Jesús, dos figuras adorando al bebé y tres ovejitas de unos 40 centímetros de altura para completar el pesebre de Creixell.
Sin embargo, alguien ha querido tener una oveja de resina en su casa o ha querido gastar una broma pesada y sin gracia.
Lo cierto es que en la tarde-noche de este martes, la concejal de Festes, Pili Romero, se percató de la ausencia de una de las tres ovejas y rápidamente alertó a la Policía Local de Creixell de la ausencia de esta figura.
Mientras tanto, el belén de Creixell luce con una oveja de menos en este pesebre municipal. Las otras dos siguen de momento en su sitio.