RCP a ritmo de reggaeton en un instituto de Vila-seca

Salud. Médicos residentes enseñan a cerca de 200 alumnos de la ESO del Ramon Barbat i Miracle maniobras de reanimación. Forma parte de un estudio para refrendar la necesidad o la obligatoriedad de estas sesiones en la educación obligatoria.

08 noviembre 2021 10:50 | Actualizado a 11 noviembre 2021 09:43
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Entre la veintena de alumnos y cinco improvisados profesores, dos maniquíes de medio cuerpo sobresalen en esta clase de cuarto de la ESO del instituto Ramon Barbat i Miracle. La escenografía improvisada forma parte de un estudio impulsado por cinco médicos residentes en dos CAP de la Xarxa Santa Tecla (Vila-seca y L’Arboç) que están en el cuarto y último curso de formación.

El objetivo del estudio colectivo pretende la difusión de técnicas y maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) básica. Una de las fases de este trabajo ‘de final de curso’ es la parte empírica y demostrar con cifras y estadísticas que la educación sanitaria que se imparte en las aulas debería ser obligatoria y no solo como un refuerzo puntual.

Con este objetivo predefinido Josep Vilar, Leyre Martínez, Carolina Hortoneda, Yenier Jiménez y Rita Díaz (los cinco médicos residentes de cuarto año de medicina familiar comunitaria) buscan recabar datos entre estos estudiantes de 15 y 16 años del instituto vilasecano para reforzar la tesis de que esta educación sanitaria debería ser parte del currículo al igual que pasa en buena parte de Europa. «Ya existen estudios parecidos y lo que pretendemos es justificar porque es necesario que la gente tenga nociones de RCP y saber cómo debe actuar en caso de una emergencia real en la que puedan encontrarse», explican.

Cuestionario, teoría, práctica

La parte empírica de este estudio que se lleva a cabo en el instituto consiste de tres partes. Los alumnos reciben un correo con un cuestionario, seguidamente atienden a las explicaciones de los médicos residentes, algunos voluntarios practican con los muñecos de goma y finalmente otro cuestionario llega vía mail a sus dispositivos. «Las respuestas entre el primero y el segundo cuestionario permite conocer el grado de asimilación», explican los futuros médicos de familia. La recopilación de datos terminará con un último cuestionario (dentro de unas semanas) para ver qué retentiva tienen de lo aprendido.

Los nostálgicos del papel y boli (y me incluyo) ya somos dinosaurios en esta era de la digitalización. Ni una libreta en los pupitres, ni un lápiz carcomido estuvo presente durante la sesión. Los móviles y ordenadores han borrado todo rastro de lo antiguo.

Christan Garrido, Lara Villalba y Joel Martín son tres alumnos de cuarto de la ESO que ayer estuvieron en esta sesión. Dos de ellos habían visto en directo una RCP y admiten que no se arrugarían si en lugar del maniquí estuviera una persona de verdad.

Los tres chavales tienen muy frescos los pasos que deben hacer y los recitan de memoria. Incluso apuntan que el ritmo de cada maniobra de compresión mientras esperan al SEM debe ser con un ritmo constante: «1001, presión, 1002, presión...», explica Christan, «pero también se puede apoyarse con ritmo de reggaeton», añade Joel. «Lo importante es mantener el masaje hasta que nos releve un profesional», culmina Lara.

La clase termina con música a todo volumen por todo el instituto. Las puertas de las aulas se abren y los estudiantes salen al pasillo. Esto no ha cambiado. La necesidad de una bocanada de aire diferente (ahora que ya no se puede fumar en los centros) sigue siendo un ritual que perdura entre las generaciones.

Mientras los estudiantes dan por finalizada la clase de RCP, los dos muñecos de goma vuelven a la bolsa que cargaban los médicos residentes. Josep, Leyre, Carolina, Yenier y Rita repetirán la próxima semana y también formarán a los profesores, aunque no sean parte del ‘experimento’.

En abril este equipo deberá exponer las conclusiones entre los trabajos de fin de curso de los médicos residentes. Hasta entonces, alumnos y profesorado de este instituto habrán adquirido conocimientos para salvar vidas.

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