Retirar la uralita de la pasarela de la playa en El Vendrell ha costado 48.000 euros

Los operarios debían pasar por una zona de descontaminación al entrar y al salir del espacio en el que estaban las placas

19 mayo 2017 19:32 | Actualizado a 21 mayo 2017 20:40
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La pasarela que durante casi cuatro décadas ha guillotinado la playa de Coma-ruga en El Vendrell ya está en el suelo y sus restos serán la base del camino sobre la arena que accederá al puerto deportivo. El derribo de la pasarela ha sido un trabajo minucioso, porque tenía placas de uralita, un material que en su fragmentación es cancerígeno por el componente del amianto.

La retirada de esas placas, además de cara, ya que ha costado 48.000 euros, es lo que más ha retrasado el derribo del puente sobre la arena. Los trabajadores debían pasar antes de entrar y al salir de la zona de las placas por una especie de espacio de descontaminación. La retirada y tratamiento de ese material han estado supervisados por la Generalitat.

Verano sin obras

Una vez retirada la uralita, la demolición ha sido rápida y los cascotes de la pasarela serán la base del camino para llegar a la zona de amarres, lo que, además de evitar el traslado de los restos a un vertedero, permite agilizar las obras para que esté acabado para el 23 de junio. A partir de esa fecha y hasta el 15 de septiembre no podrá hacerse ningún trabajo.

Ese camino de hormigón, de ocho metros de ancho, será como un alargamiento de la calle Segarra de Coma-ruga, que entrará en el puerto. El paso sobre la playa tendrá una altura de 30 centímetros. Los responsables de la obra consideran que la acumulación de arena de forma natural en ambos lados evitará que sea una barrera para los bañistas. El trazado estará iluminado pero sólo será visible para quienes vayan por el camino para evitar un impacto visual.

Cerrar la bocana

El camino es la primera fase de la remodelación del puerto y en una segunda se cerrará la bocana del lado de Barcelona para evitar la entrada de arena que obligaba a dragar a diario, con el elevado coste que suponía. Esa actuación obliga a modificar la estructura interna de amarres del puerto. También se reemplazarán las pasarelas interiores, ya que las actuales están muy dañadas. El puerto reducirá unos 40 amarres y pasará a tener 220 de 6, 8, 10 y 12 metros.

Una de las singularidades de la obra es que el camino sobre la arena llevará hasta una especie de mirador desde el que se podrá divisar toda la zona náutica. Los responsables de la instalación señalan que es una manera de hacer más accesible el puerto a la ciudadanía y de que conozca las actividades náuticas.

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