Lleva años cerrada y saqueada. Parecería que no queda nada para llevarse, pero el expolio de la antigua discoteca Loui Vega de Calafell sigue a pesar de que el Ayuntamiento valló la finca para evitar intrusos. No porque quede nada de valor, sino para evitar accidentes.
Sin embargo todavía hay quien entra en lo que fue una de las discotecas más célebres de Catalunya para intentar llevarse hierros. Esta semana se declaró un incendio en la finca y la Policía Local descubrió un agujero en la reja que cierra el recinto por el que se accede con facilidad.
El Ayuntamiento ha sellado de nuevo el cierre para evitar que pueda haber un accidente por desprendimiento de cascotes. Según se explica, quienes acceden al recinto buscan hierros ya que todavía queda una gran cantidad.
El incendio ha revelado diferentes puntos de acceso que ya han sido cerrados. Desde el Ayuntamiento señalan que se ha asumido la actuación por agilidad y para evitar que sobre todo los niños puedan acceder al interior por el riesgo que supone. La empresa que fue propietaria está disuelta y sería muy difícil encontrar a quien se hiciese responsable del cerramiento.
El edificio y el terreno está en venta por algo más de un millón de euros. Obra del arquitecto Alfred Ribas, había sido premio FAD de arquitectura (1988) y está protegido, pero tras su cierre se dejó saquear y ahora sería prácticamente su recuperación ya que es una ruina. Sólo queda distinguible el avión empotrado en su fachada y que fue un símbolo como su cascada y piscina.