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Miles de objetos que los vecinos han tirado a la basura llegan a la deixalleria de Cunit. Pequeños electrodomésticos, mobiliario, somieres, maquinaria... Muchos de esos objetos tienen todavía una vida útil por sí mismos o con una pequeña restauración, pero ahora acaban en el vertedero.
El Ayuntamiento de Cunit pretende acabar con la filosofía del usar y tirar y darle una segunda vida a ese material. Por un lado se reducirían las toneladas que se llevan al vertedero, con el coste que supone. Por otro hay vecinos que pueden aprovechar algunas piezas totalmente gratis.
9.000 toneladas
En Cunit se recogen cada año 9.000 toneladas de residuos. El objetivo de la iniciativa es reducir la cantidad que debe eliminarse. El Ayuntamiento ofrece la recogida domiciliaria gratuita de voluminosos (electrodomésticos, muebles...). Con el sistema los vecinos pueden dejar el material en la calle los lunes por la mañana y todo lo que se recoge va al parque ambiental de Cunit. Allí se hace una separación de algunos objetos, pero la mayoría acaban en el vertedero.
Todo lo que se recoge los lunes, además del que de forma incívica se deja también en las calles fuera de ese horario, se llevará a la planta de selección que hay en la carretera de Sant Antoni. Allí se revisará y el que esté estropeado o sea inservible irá al vertedero.
Pero aquel recuperable o con posibilidades tras una restauración o arreglo se llevará a la pequeña deixalleria que hay en la calle Montserrat Roig, junto al núcleo urbano. Esa instalación estará abierta los sábados y los vecinos podrán llevarse lo que les pueda ser de utilidad.
Criterio ambiental
El concejal de Medio Ambiente, Antoni Martínez (ICV), explica que «es un criterio medioambiental para reducir residuos». Inicialmente son los residentes en Cunit, empadronados o no, quienes pueden hacer uso del servicio.
Cunit impulsa una iniciativa que ya se plantea en algún otro municipio, pero que tiene más experiencia en diversos países europeos, donde el concepto del aprovechamiento de objetos es más habitual.
El objetivo es que el sistema para poder destinar la antigua deixalleria a ser un punto de aprovechamiento de objetos entre en funcionamiento el próximo mes. El Consistorio firmará un acuerdo con quien recoja material de manera que el vecino se compromete a no venderlo ni a tirarlo a la calle una vez acabe realmente la vida de la pieza.
Equipo
En algunos países iniciativas similares incorporan un componente social y destinan a un grupo de personas para realizar las reparaciones de manera que pueda aprovecharse el máximo de material. Esas brigadas de reparadores acostumbran a ser rotativas y además de lo que se ahorra por evitar residuos al vertedero se logra una acción social.
