'Si quiere hacer una residencia para grandes discapacitados, escúchelos'

Miguel Ángel Bejarano inició una recogida de firmas para pedir que en Calafell hubiese una residencia para grandes discapacitados. Él sufrió un accidente laboral que le dejó en silla de ruedas y con necesidad de ayuda para su vida diaria. Explica que ahora tiene la ayuda de sus padres, pero se pregunta qué pasará cuándo no tengan fuerzas.

Bejarano lamenta la falta de plazas en Catalunya para los grandes discapacitados. Así lo explicó al alcalde de Calafell, Ramon Ferré. El joven señaló que el centro daría en Calafell servicio a muchas personas de un entorno próximo del municipio.

Ferré transmitió la necesidad a la Fundación Santa Teresa de El Vendrell que construye un centro de día en la localidad y plantea levantar una residencia de la tercera edad. En ésta podría habilitar unas plazas para atender a las personas que necesitan esa atención continuada.

Pero para Bejarano esa solución no da respuesta a las necesidades de personas grandes discapacitados. A través de su cuenta de Facebook dice que si «el alcalde Ramón Ferrer quiere una residencia pionera en Calafell para grandes discapacitados que escuché a los grandes discapacitados».

Separados
Bejarano señala que las necesidades de los colectivos son muy diferentes y que aunque pueden compartir actividades debe haber una separación. Para Bejarano el planteamiento del Ayuntamiento  «no deja de ser una residencia de ancianos con cuatro o cinco plazas para discapacitados». 

Plantea que si la residencia se programa con 100 plazas, que 50 sean para abuelos «y las otras para chicos jóvenes con grandes discapacidades». Considera que deberían ser «dos pabellones separados. Uno encima de otro o uno al lado de otro pero totalmente delimitados».

Bejarano considera que esa delimitación es aconsejable ya que la necesidades de atención y de actividades de cada colectivo son diferentes.

Pide al alcalde que traslade a la Generalitat el modelo que los grandes discapacitados consideran el más indicado. 

Separados
Sugiere «que haya un comedor grande para todos pero delimitado y cada uno que tenga su espacio.  Que el comedor este comunicado por si un chico joven quiere ir con los ancianos o un anciano quiere ir con los jóvenes sin discriminar a nadie».

También apunta a que «los ancianos tendrían el Centro de Día por si quieren hacer actividades. Los chicos jóvenes tendrán su taller ocupacional». También señala que para la calidad de vida las habitaciones deben ser individuales.

El colectivo de personas con una gran discapacidad señalan que es la oportunidad para diseñar una residencia que realmente cubra las necesidades no sólo terapéuticas y clínicas sino de ocio y relacionales.