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Los antiguos edificios de la central térmica de Cubelles comienzan a ser esqueletos de hierros. Esas instalaciones medio demolidas son ideales para prácticas de bomberos en las condiciones de dificultad con las que los equipos de rescate se encuentran a menudo.
Endesa, propietaria de la instalación y Bombers de la Generalitat han realizado un ejercicio de rescate en la central. El objetivo es dar a conocer las características técnicas y la singularidad de la estructura para mejorar la seguridad del personal que debería intervenir en caso de un accidente durante los trabajos de demolición.
En el ejercicio se ha simulado un accidente a 50 metros de altura. Los equipos de rescate debían acceder para una evacuación mediante técnicas de salvamento vertical. Han participado bomberos de los parques de El Vendrell y de Vilanova, además de la unidad especialista.
En los trabajos de desmantelamiento de la planta pueden trabajar hasta 80 personas a la vez y por ello se ha impulsado el simulacro.
La demolición comenzó el pasado mes marzo. En una primera fase el desmantelamiento es de los edificios, incluida la simbólica chimenea de 170 metros de altura, que ya estará desmontada pasado el verano.
Tras el desmantelamiento de los edificios se abordará la demolición de las estructuras bajo tierra y la recuperación del suelo a como antes de la construcción de la fábrica. La demolición cuesta 4,7 millones de euros.
