El Síndic de Greuges de Catalunya ha presentado el informe de deficiencias en seguridad nuclear de la zona de Ascó y Vandellós. Rafael Ribó ha calificado las carencias de "sonadas y espectaculares" y ha puesto ejemplos de los anacronismos que plantea el PENTA (Plan de Emergencia Nuclear de Tarragona) para las centrales de AScó y Vandellòs y los Panem (los planes municipales).
Las emergencias aún se comunican por FAX, hay una extensa zona junto a las plantas sin cobertura de telefonía móvil o municipios sin megafonía.
Tampoco se hacen simulaciones de las evacuaciones para que la población esté acostumbrada y preparada. El Síndic propone crear un órgano de coordinación, actualizar el PENTA a las directivas europeas (la última revisión es de 2009) y mejorar las carreteras y los trenes.
La puesta a punto de los PENTA es competencia del Estado con la colaboración de las centrales nucleares y de los municipios más próximos. El objetivo del mismo es poder actuar de forma correcta y con los riesgos mínimos posibles un incidente nuclear. De ahí que las vías de salida de la población y las comunicación son claves.
De momento, no hay respuesta a las críticas del Síndic. Desde Subdelegación del Gobierno se informa de los diferentes actos que se realizan para poner a prueba el Penta, como los simulacros. Declinan, por el momento, contestar el informe del Síndic, ente que no tiene competencias directas con la elaboración del PENTA ni de otros planes de emergencia.