Sólo el Club Nàutic se ofrece para gestionar el puerto de Coma-ruga

La Generalitat dice que ahora analiza la propuesta económica y del proyecto de obras, pero da por segura la concesión

19 mayo 2017 22:58 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:25
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La del Club Nàutic de Coma-ruga (CNC) ha sido la única oferta en el concurso de la Generalitat para arreglar y gestionar por otros 12 años el puerto de El Vendrell. La Direcció de Política Territorial de la Generalitat explicaba ayer que analizan la oferta económica, para que no sea temeraria, y de proyecto, antes de resolver la adjudicación.

El CNCespera que lograr la concesión sea una trámite y apunta que las obras en una primera fase podrían comenzar el próximo mes de mayo. Fuentes de la Generalitat también dieron por prácticamente segura la adjudicación al CNC.

Los primeros trabajos serían para demoler el puente que accede a la zona náutica desde el paseo marítimo, ya que el puerto es de los tipo isla, que no está enganchado a la costa. El mal estado de la pasarela ya obligó a restringir la circulación rodada. En su lugar la Generalitat determinó trazar un vial sobre la arena.

 

Primera fase

En una primera fase se cerraría la bocana de levante ya que es por donde entra gran cantidad de arena a la zona de amarres, lo que obliga a dragar la instalación a diario con un gran coste. De hecho sorprende que los diseñadores del puerto abriesen esa bocana ya que las corrientes marinas hacen que el desplazamiento de la arena aterre esa parte de los puertos. En toda la costa Mediterránea el de Coma-ruga es el único puerto con una bocana abierta a levante.

El cierre de esa bocana ya supondría un ahorro en la gestión de la instalación. La primera fase de las obras está presupuestada en 1,3 millones de euros para lo que el CNCrecurrirá a recursos propios y a un crédito.

Las obras tienen una segunda fase que afectaría a la zona de amarres que está muy deteriorada y el pasado año ya se hundió una de las pasarelas y tuvo que inhabilitarse otra. El proyecto del CNCtambién contempla reducir el número de amarres, de los 265 actuales a 224. La segunda fase comenzaría tras el verano y se alargaría hasta 2016.

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