Somnolencia y velocidad podrían ser las causas del atropello de una menor este domingo en Vila-seca

La joven de 16 años sigue ingresada en el Hospital Sant Joan de Déu, en situación de muerte cerebral

19 mayo 2017 18:38 | Actualizado a 21 mayo 2017 17:09
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Júlia Cruset Pla sigue en una cama de la UCI del Hospital Sant Joan de Deú, en Esplugues de Llobregat. El último TAC que le realizaron los médicos ya auguraba malas noticias. La joven estudiante de Vila-seca –había cumplido los 16 este pasado mes de marzo– mantiene las constantes vitales, aunque clínicamente esté en situación de muerte cerebral.

Ella fue la única de los 7 amigos que arrolló Raúl B.G., de 50 años de edad y vecino de Cambrils, con su Ford Torneo casi sin estrenar el domingo al mediodía.

La colisión con la joven vilasecana fue brutal hasta el punto de que los médicos del SEM que acudieron a la llamada de socorro pidieron el helicóptero para trasladarla sin demora al hospital barcelonés. El fuerte golpe en la cabeza era muy grave y las escasas posibilidades de sobrevivir pasaban por este centro especializado en pediatría.

Los otros 6 amigos, que iban a pasar un domingo en una masía, quedaron en estado de shock. No asimilaban como un coche rojo había aparecido de la nada en el camino y se había llevado por delante a Júlia.

La Policía Local de Vila-seca asumió la investigación. Habló con los menores y con el conductor, que estaba también consternado por lo ocurrido.

Aparentemente no se acordaba de nada. Vio al grupo de jóvenes en el camino, dio un volantazo y terminó en un campo de olivos labrados después de bajar una ladera de unos tres metros de desnivel.Se le practicó la prueba de alcoholemia y dio negativo. Dijo que se había dormido en el volante, pero no lo ratificó al día siguiente cuando compareció en la comisaría de la Policía Local con su abogado. Tampoco explicó si iba muy rápido, aunque algunas voces apuntan en este sentido.

El letrado le recomendó guardar silencio hasta la comparecencia ante el magistrado del Juzgado de Instrucción Número 1 de Tarragona que lleva el caso.

La Policía Local le imputó un delito de lesiones graves el lunes, pero podría cambiar la acusación por un presunto delito de homicidio imprudente si al final la pequeña no supera la situación crítica en la que está.

En el Institut Vila-seca, donde ya estaba matriculada para primero de Bachillerato, no dan crédito a la noticia de esta mañana. Habían seguido los acontecimientos desde el domingo por la tarde, cuando la noticia del atropello se difundió por la ciudad.

«Júlia era una estudiante modélica, sacaba muy buenas notas. Muy querida por todos y muy participativa en las actividades», aseguraban. Formaba parte del coro del instituto y esta semana pasada había estado allí con sus amigos disfrutando de las actividades de verano. «La echaremos de menos», afirmaban desde el instituto.

 

 

Comentarios
Multimedia Diari