Torredembarra borra la N-340 para integrar el vial a la ciudad

El Ayuntamiento saca a licitación uno de los tramos que marcará el diseño de todo el paseo Miramar. La inversión rondará los 1,2 millones, de los cuales 568.000 proceden de Fomento

24 septiembre 2020 15:37 | Actualizado a 25 septiembre 2020 15:36
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Con la puesta en marcha de la variante de Torredembarra, hace ya más de 20 años, el tramo urbano de la N-340 a su paso por Torredembarra se ha convertido en un nuevo vial interno que cruza la ciudad de punta a punta paralela a la vía del tren.

Este traspaso de vía, actualmente llamada paseo Miramar, y la correspondiente indemnización estatal para que pudiera reformar quedó en un cajón hasta que se aceleró una primera actuación para no perder la subvención del Ministerio de Fomento.

En 2016 se presentó el proyecto de rotonda de la calle Pescadors y la obra se justificó como la primera de las fases de reconversión del vial. Así, los 765.562,66 euros seguían activos para las obras y de ellos se gastaron casi 190.000 euros. 

Con la ayuda pública de Madrid salvada, ayer el consistorio informó que se ha activado el proceso de licitación del primer tramo de 345 metros y que va desde el paseo de la Sort al de la Estació. Este primer tramo gastará la totalidad de la ayuda pública (568.000 euros) y se completará con parte de un crédito de inversiones municipales que ya se incluyen en los presupuestos de 2020. En definitiva, el tramo ahora en licitación supondrá una inversión de 1,2 millones de euros.

El alcalde de Torredembarra, Eduard Rovira, y el concejal de Via Pública, Raúl García, fueron los encargados de explicar las características del proyecto y de las líneas generales que deben seguir a partir de ahora el resto de tramos urbanos que se irán materializando en los próximos años.

La idea, explicó Rovira, es «cambiar la antigua N-340, que ya es una vía urbana pero con aspecto de vía interurbana. El paseo Miramar debe seguir siendo uno de los ejes de la ciudad, pero con un aspecto que se integre en la ciudad». 

El tramo que cambiará la fisionomía del actual paseo Miramar dará mayor importancia al peatón y a las bicicletas, con un carril bici delimitado, y reducirá los carriles de circulación para que el tráfico rodado siga existiendo, pero teniendo en cuenta que no será el transporte prioritario.

El carril bici no solo estará en este tramo, sino que recorrerá el trazado de la antigua N-340, los tramos ya existentes enfrente de los campings de la ciudad y la prolongación hasta el límite con Altafulla.

De hecho, hay un pequeño tramo encima del «Pontet» que quedará a expensas del consistorio vecino, ya que los terrenos son de Altafulla, pero que permitirá que las dos ciudades tengan más espacio para los ciclistas que quieran usar este eje viario. Actualmente hay 650 metros y se completarían desde el límite con Altafulla hasta la urbanización Torredembarra cubriendo un total de 3 kilómetros.

La importancia en la movilidad de los peatones también es otro de los factores claves en esta obra, donde se dará más amplitud en la cara norte (la que actualmente está edificada (la sur es por donde pasa el tren), pero también habrá circulación de viandantes por la parte sur de la vía.

Finalmente, en cuanto a tráfico, se prevén la reubicación de las paradas de autobús en este paseo Miramar y eliminando las actuales paradas que pasan por dentro de la ciudad y que en algunos puntos hay exceso de concentración de tráfico, admitían el alcalde y el concejal.

Las obras, una vez adjudicadas tienen un plazo de ejecución de unos 8 meses en los que se buscarán rutas alternativas al tráfico rodado.

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