Tres años de prisión y una orden de alejamiento para que no pueda comunicarse ni acercarse a menos de 100 metros de la víctima durante cinco años, a la que tendrá que indemnizar con 15.000 euros por las lesiones y las secuelas.
Es la pena que la Sección Segunda de la Audiencia de Tarragona ha impuesto a un hombre por haber agredido brutalmente a su vecino. El fiscal pedía seis años de cárcel y 20.000 euros de indemnización.
El condenado es un ciudadano marroquí sin antecedentes penales. A principios de 2017 vivía en un bloque de la calle Antoni Rovira i Virgili de El Vendrell, donde también residía el denunciante. El 3 de enero de dicho año, el acusado estaba en un bar cercano a su domicilio.
Sin atestado
Recibió la llamada de su esposa, que le decía que su vecino había llamado a la puerta. El encausado regresó a casa y solicitó la intervención de los Mossos d’Esquadra. Acudieron varios agentes, que no levantaron atestado alguno porque los hechos no constituían infracción penal. Y los policías se marcharon del lugar poco después.
Instantes más tarde, el acusado bajó al domicilio de su vecino. Le propinó múltiples golpes con el puño cerrado a la altura de los oídos y por toda la cabeza, que le hicieron caer en el suelo. El agresor continuó golpeándole en la cabeza y el resto del cuerpo.
Hemorragia
La víctima se fue a pie a un centro hospitalario con una hemorragia en la oreja izquierda. Sufrió una perforación en el tímpano y múltiples contusiones craneales, entre otras lesiones. Durante 111 días estuvo impedido para sus ocupaciones. Le ha quedado como secuela una pérdida de agudeza auditiva irreversible y corregible mediante audífonos, además de agravamiento del trastorno mental previo de carácter leve.