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Los Mossos d’Esquadra detuvieron ayer a tres personas de nacionalidad senegalesa y vecinas de Salou por su presunta implicación en los disturbios que se produjeron el día 11 de agosto, tras la muerte de un ciudadano senegalés durante una operación policial contra el top manta. Pero la previsión es que a lo largo de esta semana puedan arrestarse unas cinco personas más. De hecho, la policía catalana no descarta que el número de detenidos o imputados en el caso pueda llegar a superar la quincena.
La investigación está en manos de la Unitat d’Informació de los Mossos d’Esquadra de la Regió Policial del Camp de Tarragona, y los arrestos se llevaron a cabo a partir del análisis de varias fotografías y grabaciones tomadas durante el mismo 11 de agosto, la jornada de los incidentes.
El lunes de la semana pasada, los Mossos entregaron al Juzgado de Instrucción número 4 de Tarragona un informe ampliado sobre el caso, de más de un centenar de páginas, que recoge los distintos testigos, ya sean peatones, comerciantes o demás implicados en lo ocurrido aquel día. El documento apunta también el recuento de los daños causados y los desperfectos.
Siete agentes citados
Las tres detenciones se produjeron justo un día después de hacerse público el auto del magistrado del Juzgado de Instrucción número 4 de Tarragona, en que apuntaba que citaba a declarar como testigos a los siete agentes que participaron en el operativo policial de la plaza Sant Jordi, que acabó con la muerte del ciudadano senegalés Mor Sylla al precipitarse de un tercer piso. El juez descarta imputarles porque ninguna de las declaraciones les ha implicado en la caída que provocó la muerte de Sylla. En el auto, el magistrado también se refiere a los altercados producidos posteriormente, subrayando que «empezó a extenderse entre los amigos y conocidos del fallecido, así como ciudadanos de su misma nacionalidad, que la muerte podría haber sido provocada intencionadamente por los agentes, generando un estado de excitación y nerviosismo colectivo que derivó en una alteración del orden público». Tanto el caso de la muerte de Sylla como de los disturbios posteriores están en manos del mismo juzgado.
