Un documental recreará la vida en el barrio ferroviario de Sant Vicenç

Rafel Rivas se sienta en un pequeño pupitre. «Este era mi sitio en clase cuando era un niño». Rivas habla en la sala que hoy está habilitada como bar y local social del barrio ferroviario de Sant Vicenç de Calders en El Vendrell. «Hace años era la escuela de los chicos. Las niñas iban a otro pabellón».

Casi todo está intacto en las calles del barrio. Desde los pupitres a las lámparas de las calles, los bloques que resistieron un centenar de bombardeos en la Guerra Civil, la nave que los vecinos habilitaron como teratro e incluso la habitación que era la iglesia.

El reportaje del Diari del domingo en el que los vecinos reclamaban la protección del barrio por su valor histórico, ha motivado que el director de cine Laureano Clavero inicie la grabación de un documental. «Me interesa cómo los vecinos se organizaron para la autosuficiencia y lo que significó en la resistencia antifranquista».

Los vecinos, implicados

Clavero ya se ha reunido con vecinos que investigan en la historia del barrio y han recuperado desde objetos a documentación. «En muchos aspectos la zona está igual que hace un siglo. La atmósfera que conserva es única». El objetivo es un documental que puede superar la hora de duración y que contará con los testimonios de hijos y nietos de los primeros vecinos, además de con imágenes históricas grabadas por los residentes y que muestran las fiestas que se celebraban , el paso de los trenes o la vida en el núcleo que era autosuficiente alejado del núcleo histórico.

Adriana Rivas, una joven residente en el barrio y cuya tesis de fin de carrera de Historia del Arte en la Universitat Rovira i Virgili centró en el valor patrimonial del núcleo, se mostró emocionada con el documental. «Los vecinos están contentos porque es un reconocimiento».

El director Laureano Clavero con el productor de Mirasud Producciones, Sergio García contactará con el Grup de Recreació Histórica Ejercito del Ebro. Clavero destaca que «es como rodar en la época. Todo está conservado y mantiene un discurso explicativo de los pabellones». Clavero destaca como los vecinos han conservado recuerdos y mantenido las cosas como estaban. «Eso no sucede en muchos lugares. Hay que dejar constancia».