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«Los pellets solo se han encontrado en la recogida de muestras de la playa de La Pineda. Tanto en aguas superficiales (cerca de la costa) como en la zona de arena donde baten las olas. Únicamente hemos recogido muestras de granza de polietileno en este tramo de litoral del ámbito que abarcaba el estudio, hasta la playa de La Móra de Tarragona».
Quién habla es Joaquim Rovira, investigador del Centre de Tecnologia Ambiental Alimentària i Toxicològica (TecnATox) de la URV, que junto a Jordi Sierra, Jaume Folch y Marta Schuhmacher han publicado recientemente un estudio sobre el tamaño, la morfología y la composición de los microplásticos localizados en el litoral de Tarragona.
«¿Cuál es el origen de estos microplásticos o de la granza? es una respuesta compleja de dar porque los productos derivados del petróleo no tienen la misma composición ni isótopos que pudieran señalar la procedencia. Por tanto, al fabricarse con petróleo de diferentes puntos del mundo es más difícil localizar su origen», argumenta el investigador
Los pellets son parte de los microplásticos que forman parte del estudio científico que se llevó a cabo la parte de recopilación de datos en otoño de 2018 y que bajo el título Microplastics levels, size, morphology and composition in marine water, sediments and sand beaches. Case study of Tarragona coast (western Mediterranean) se han publicado recientemente en la revista The Science of The Total Environment.
El estudio refleja que en Tarragona, y por extensión Catalunya, hay una alta concentración de microplásticos que, por su larga durabilidad, perjudican el entorno y su hábitat. «Son compuestos que ingieren moluscos, crustáceos, peces... y que terminan en nuestra dieta. Por tanto la contaminación de los plásticos también nos afecta», remarca el investigador.
Las fibras de poliéster
Además de los pellets, la recogida de muestras del fondo marino, del agua de mar y de la arena han evidenciado que las fibras de poliéster son otros de los microplásticos que predominan en estas costas de Tarragona. El estudio ha recogido elementos procedentes de bolsas de plástico, de ropa sintética o redes de pesca, entre otros orígenes. La cantidad acumulada en el litoral refleja que hay una alta concentración en las costas de Tarragona «y que por extensión podríamos afirmar que tienen la misma en el litoral catalán e incluso de Castellón y Valencia», asegura el investigador de TecnAtox.
El estudio refleja que los niveles de microplásticos de esta zona son más elevados que en la mayoría de áreas del Mediterráneo y océanos y advierte el estudio que el problema irá a peor si no se buscan soluciones. «No descartamos otra recogida de muestras para contrastar el nivel de microplásticos actual en estas mismas costas respecto a 2018», apunta Rovira. El equipo investigador ha recogido seis muestras de sedimentos submarinos y 17 de arena de playa. Las fibras de poliéster son las que más abundan en los sedimentos extraídos del fondo y flotando en el agua de mar, mientras que los fragmentos de polietileno y polipropileno han sido los principales residuos que se han recogido en las playas.
Rovira explica que en una de las áreas en las que trabajan es poder contener estos microplásticos en las depuradoras, de forma que no terminen en el mar. Y se están buscando mecanismos para que el filtrado del agua pueda retener este material, que requiere de miles de años para poder degradarse de forma natural.
