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La mercantil SPV Reoco 13 asumirá desde el próximo año las riendas del centro comercial Olzina Center, situado en la avenida Pere Molas de Vila-seca. El acuerdo entre la nueva titular de la superficie y el Ayuntamiento se cerró el día 3 de este mes y ayer se ratificó en sesión plenaria. El grupo inversor está inscrito en el registro mercantil de Madrid y tiene el respaldo de BNP Paribas, el banco más grande de Europa y Francia.
El acuerdo alcanzado se basa en dos puntos: prorrogar la concesión actual otros 25 años y a cambio invertir más de 5 millones de euros para recuperar la actividad de este centro comercial, que desde diciembre de 2008 (inauguración) hasta la fecha ha ido languideciendo. Solo la capacidad de atracción del Mercadona, Decathlon y también los cines han permitido que este espacio todavía tenga latido y no sea un espacio fantasmagórico de 24.000 metros cuadrados.
Una trayectoria en declive
El 31 de marzo de 2006 se adjudicaba el concurso para otorgar uso privativo al terreno municipal para construir y explotar un equipamiento comercial. La empresa Port Halley fue la ganadora del certamen y se encargó de levantar el actual centro comercial de cuatro plantas. Para ello, tenía 25 años de concesión y debía pagar al Ayuntamiento un canon de 250.000 euros anuales.
En diciembre de 2008 se inauguró la apertura de Olzina Center con una gran variedad de oferta comercial, restauración y más tarde se añadirían negocios de ocio y los cines. La puesta en escena no auguraba que aquel proyecto terminaría en un concurso de acredores y que en febrero de este año entraría en subasta con un precio de salida de 16,5 millonres de euros.
El declive de Port Halley es difícil de explicar y nadie responde con certeza al porqué aquel negocio se tambaleó hasta el punto de que solo dos grandes marcas siguen tirando del carro ayudado de los Ocine. Los inversores eran un pool de bancos que dieron crédito a PortHalley, un dinero que al final no pudo devolver y ello terminó en concurso de acreedores.
La subasta empezó en febrero y terminó el 31 de marzo, pero nadie se hizo eco de que la mercantil SPV Reoco 13 SL alcanzó un acuerdo con los acreedores y se quedó con el lote. El dinero pagado se desconoce, aunque hay fuentes que dudan de que el importe de salida fuera el capital pagado a los acreedores.
Dos meses más tarde, en mayo, la nueva propietaria alcanzó un acuerdo con el Ayuntamiento y se autorizó (en sesión plenaria) la autorización de la transmisión del derecho de superficie y su formalización notarial de la finca que es titular del consistorio.
De mayo a diciembre, y de forma discreta, las dos partes han estado negociando (empresa y consistorio) y han alcanzado un principio de acuerdo, que el jueves ratificó el plenario. La empresa se compromete a invertir un mínimo de 5.098.040 euros a cambio de que la concesión pase de 2033 a 2058, otros 25 años más.
La empresa dedicará este capital a mejoras del edificio de cuatro plantas y su aparcamiento y decidirá como repartir las actuaciones de mejora. El consistorio irá supervisando estas mejoras cada dos años empezando en 2023, ya que las primeras obras se podrían iniciar en el próximo ejercicio.
El concejal de Hacienda, Xavier Farriol, explica que las negociaciones se han llevado a cabo porque el interés del Ayuntamiento es que el centro comercial se reactive y la propuesta de la empresa mercantil, con sede en Madrid, es lo que pretende. «El objetivo es recuperar negocios y que la actividad alcance un mínimo del 85% del espacio», concluye el edil.
