Una Navidad sin el Pessebre dels Estels de Masia Castelló

La organización suspende por la Covid la popular recreación viviente, que moviliza cada año a 400 personas y recibe a 2.000 visitantes

30 noviembre 2020 19:50 | Actualizado a 01 diciembre 2020 22:25
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Esta Navidad se queda huérfana del popular Pessebre dels Estels, una de las recreaciones vivientes más espectaculares de toda Catalunya que durante 22 años se ha celebrado ininterrumpidamente en Masia Castelló, en el municipio de Vandellòs y L’Hospitalet de l’Infant.

Las restricciones a causa de la pandemia por la Covid 19 han desembocado en la cancelación de la edición de este año por parte de l’Associació Masia de Castelló, la entidad que organiza este pesebre caracterizado, además de la reproducción de las escenas bíblicas, por recuperar antiguos oficios que se realizaban en los pueblos de montaña como Castelló.

La decisión se fundamenta por la imposibilidad de garantizar la seguridad tanto de los figurantes y personal de la organización, unos 400, como de los asistentes, unos 2.000 entre las cuatro sesiones que se realizan anualmente (este año los pases estaban programados para los días 19, 20, 26 y 27 de diciembre).

El presidente de l’Associació Masia de Castelló, Santi Nomen, ha explicado que un volumen tan elevado de personas impedía cumplir con los protocolos del Procicat, que limitan el aforo de los espacios y obligan a numerosas restricciones para asegurar la salud de todos.

«Como último recurso para salvar el Pessebre habíamos pensado en organizar pases por núcleos familiares y con franjas limitadas de tiempo. Aún así la situación implicaba igualmente enormes peligros porque tenemos a muchos figurantes de riesgo, un 40%, y en Vandellòs también ha habido algunos contagios de Covid, así que al final decidimos suspenderlo», explica Nomen.

La organización había empezado como siempre en el mes de junio con los primeros trabajos preparatorios para tenerlo todo a punto. «Montarlo conlleva mucho trabajo -el presupuesto asciende a 20.000 euros- pero nos sale a cuenta porque con los ingresos que generamos con la venta de entradas y otros productos sacábamos dinero para seguir reconstruyendo las casas», añade Nomen. «Cuando en agosto ya tuvimos que suspender la Rústic Festa vimos que sería muy complicado hacer el Pessebre dels Estels», prosigue. Ahora también se ha cancelado la Festa Major de Castelló, que se celebra por Santa Llúcia, el 13 de diciembre.

Pese a todo la asociación anuncia que habrá sorpresas, a través de las redes sociales, para mantener vivo el Pessebre dels Estels en este año tan atípico para estas recreaciones que se han anulado en todos los puntos de Catalunya donde se organizaban.

Castelló quedó abandonado a principios de los años 50. Los antiguos habitantes se marcharon del pueblo porque no había agua corriente, ni electricidad. Se llevaron las tejas de sus casas, circunstancia que provocó que quedaran en ruinas y el lugar se cubriera de vegetación y árboles. El trabajo y entrega de los voluntarios hizo posible que Castelló recuperara calles, plazas, casas, huertos, cisternas, hornos de pena, lavaderos, caminos... y arrancara su Pessebre en 1998.

Comentarios
Multimedia Diari