Una deuda por drogas, posible móvil del asesinato de Cambrils

Este lunes ha comenzado en la Audiencia de Tarragona el juicio contra el hombre acusado de matar a otro en Cambrils el pasado 20 junio de 2018. Varios vecinos han declarado que escucharon gritos en la calle y, en algún caso, que vieron como ambos forcejeaban y llegaban a las manos.

Ninguno de ellos observó, sin embargo, que el acusado clavara varias cuchilladas a la víctima con una navaja, tal como sostiene la Fiscalía, que pide 20 años de cárcel por asesinato. Los vecinos explicaron que la víctima visitaba a menudo el domicilio del procesado y, según la acusación particular, acudía a comprar y consumir droga. En este sentido, la acusación sostiene que el móvil del crimen fue una deuda de 600 euros que la víctima tenía pendiente con el acusado.

Los hechos tuvieron lugar en la calle Colom, esquina Juan Sebastián Elcano. El fiscal pide para el procesado 20 años de prisión por un delito de asesinato (considera que hubo alevosía) así como el pago de 300.000 euros a los padres de la víctima. Además, el Ministerio Público solicita una orden de alejamiento para que el acusado no pueda comunicarse ni acercarse a menos de 500 metros de los padres del fallecido.

Un ataque "inesperado"

La fiscalía sostiene que durante esta discusión en plena calle el acusado clavó varias cuchilladas al otro individuo, por sorpresa, con una navaja de tipo mariposa. Lo acusa de un supuesto delito de asesinato con alevosía porque el ataque se produjo de forma "inesperada", la víctima estaba desarmada y tuvo "altamente menguadas sus capacidades de defensa". En concreto sufrió una cuchillada al tórax que le fracturó una costilla y le perforó el coro.

La fiscalía también solicita que el hombre no se pueda acercar a menos de 500 metros de los padres de la víctima ni comunicarse con ellos durante un periodo de 25 años. Además, en concepto de responsabilidad civil pide que indemnice el padre y la madre de la víctima con 150.000 euros para cada uno.

Según el relato de la acusación particular, el día antes de los hechos y el mismo día de los hechos a mediodía se produjeron dos "incidentes" entre ellos. Después de cometer el crimen, además, la acusación sostiene que el procesado ocultó las pruebas del delito -el arma y la ropa que llevaba-. Según la versión del abogado de la familia, posteriormente el procesado manifestó en una conversación telefónica que se encontraba en Barcelona para "confundir" a la policía si lo escuchaban, cuando realmente no llegó a abandonar el municipio de Cambrils y estuvo escondiéndose "en varios lugares". Los Mossos lo arrestaron, cinco días después del crimen, al domicilio familiar. La acusación particular pide 20 años de prisión por asesinato y que, además de los padres, también se indemnice los hermanos de la víctima.

Por su lado, la defensa sostiene que el acusado no se encontraba al lugar de los hechos y que en ningún caso dio cuchilladas y golpes a la víctima, y que tampoco había tenido nunca motivos ni intención de hacerlo. Además, la defensa subraya que el acusado era drogodependiente y consumía cocaína, heroína, haichís y benzodiacepina. Por todo ello,  pide la libre absolución y, en caso de que el jurado lo considere culpable, que la condena aprecie el atenuante de drogadicción grave.