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Ovillos de lana y una fecha en el calendario: el 13 de octubre. Para ese día, cerca de una treintena de mujeres cambrilenses espera tener listas entre diez y doce mantas para enviárselas a los ciudadanos sirios que siguen malviviendo en su país. Tejen cada una por su cuenta en casa o se juntan en la mercería Trikotem de Cambrils. Se han sumado al movimiento solidario La manta de la vida, creado de manera espontánea en las redes sociales y en la que participan 1.600 personas de España, Latinoamérica y varios países de Europa.
«Vimos la iniciativa en internet y nos propusimos tejer mantas con la lana que tenemos por casa. Mezclamos lo que cada una tiene y las hacemos de colores. Son de ganchillo y punto», explica Pilar Escardó, impulsora a nivel local de este proyecto y propietaria de Trikotem. Hoy (17 horas) celebrarán un encuentro al que asistirán tejedoras de toda la provincia.
Entregarán las mantas a la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio, con sede en Madrid. De allí saldrán hacia Siria. «Son muy necesarias porque lo están pasando muy mal y allí hace mucho frío en invierno», comenta Escardó.
Para colaborar no hace falta saber tejer. «Hay gente que aporta lana o mantas que tiene en casa. Incluso hay quien ha hecho muñecos para los niños sirios», afirma Escardó. «Ahora nos hemos subido al carro del problema de Siria, pero no descartamos ayudar también a los más necesitados de aquí», añade.
Un movimiento global
Existen grupos de tejedoras solidarias en casi todas las ciudades españolas y en otras de Alemania, Francia, Inglaterra, Argentina, Chile o Uruguay. «Nuestro objetivo ha sido desde el principio ayudar a los demás. Nos gustaría llegar a la cifra de mil mantas tejidas y entregárselas a la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio –formada por sirios emigrados e hispanos de origen sirio– antes del 19 de octubre, fecha en la que está previsto su próximo envío humanitario», dicen las creadoras de esta iniciativa que ha dado la vuelta al mundo a través de la red.
