Los estafadores usaban documentos de identidad que habían sido perdidos o robados. Un integrante de la banda, del mismo sexo, edad y características físicas similares del titular del documento acudía a un banco con el objetivo de hacer un reintegro tras haber comprobado dónde el propietario del documento tenía cuentas.
En otras ocasiones los estafadores contrataban cuentas corrientes con la identidad usurpada y también hacían transferencias y otros ingresos durante un periodo. Con ello ganaban confianza. Hasta que pedían créditos que después no devolvían.
La operación policial comenzó a partir de las denuncias de diversas entidades bancarias, de Catalunya y del resto del Estado, porque muchos de sus clientes habían sido estafados por la usurpación de sus identidades.
Medio millón
En los últimos seis meses la banda criminal habría cometido más de 80 estafas con las que habría logrado unos 500.000 euros. La coincidencia del modus operandi de las denuncias, la profesionalidad de los estafadores y su gran rapidez y movilidad geográfica, originó que se creara un equipo conjunto de investigación integrado por la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra, y supervisado por la autoridad judicial.
La operación se ha saldado con nueve detenidos, a quienes se les imputan los delitos de usurpación de estado civil, estafa y pertenencia a grupo criminal. Los detenidos fueron puestos a disposición del juez, que decretó el ingreso en prisión provisional para dos de ellos y libertad con cargos para el resto.
Las investigaciones permitieron conocer que los máximos responsables del grupo criminal eran los encargados de conseguir los documentos de identidad, principalmente perdidos o que eran sustraídos de carteras y bolsos. En los registros de las casas se han intervenido hasta 1.300 documentos de identidad originales.