Mossos de Escuadra de la División de Investigación Criminal (DIC) y de la División de Transportes (DT) han desarticulado una organización criminal dedicada al robo de mercancías de camiones mediante el método conocido como "teloneros". El operativo policial permitió detener a 23 personas de un mismo clan familiar, 18 hombres y 5 mujeres, de nacionalidad española y de edades comprendidas entre los 21 y los 49 años, como presuntos autores de 15 robos con fuerza interior de vehículo y 3 robos con intimidación. La investigación se inició a finales del mes de mayo cuando los Mossos detectaron un considerable aumento de los robos a camiones a partir de un mismo patrón delictivo en áreas de descanso y servicio de la AP-7, la mayoría concentrados entre el área de servicio del Penedès y la de Montseny. En todos los casos los ladrones habían utilizado el método conocido como "Teloneros".
Durante la noche una parte del grupo se desplazaba en vehículo hasta las áreas de descanso y servicio donde estacionan los camiones de mercancías y cortaban las lonas de los camiones para comprobar el contenido de la carga. Una vez localizaban una carga de su interés, dejaban una persona en el lugar para vigilar la zona y activaban los vehículos de carga, normalmente furgonetas. Cuando las furgonetas llegaban a la zona el grupo volvía a constatar que no había presencia policial y forzaban la puerta de la zona de carga de los camiones para descargar la mercancía elegida.
Desarticulem una organització criminal dedicada al robatori de mercaderies de camions en àrees de servei https://t.co/s8qGQdqDz0 pic.twitter.com/f71Eob1m8X
— Mossos (@mossos) November 20, 2019
El grupo disponía de un importante entramado de personas que les permitía vender el material sustraído de una forma muy ágil, en algún caso en menos de doce horas se habían deshecho de partidas enteras. Principalmente seleccionaban transportes de ropa y zapatos, electrónica de consumo (televisores, ordenadores, tarjetas de memorias u otros consumibles) y alcohol. Aunque en algún caso habían llegado a sustraer material para fontanería o alimentación. Gran parte de los transportes asaltados tenían destino fuera de España, lo que dificultaba a los investigadores la localización y seguimiento de los hechos.