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El Ayuntamiento de Banyeres del Penedès comprará los terrenos de Masies de Sant Miquel, bajo los que hay uno de los yacimientos arqueológicos identificados más destacados de Catalunya en los últimos años.
Como ya explicó el Diari, el georradar confirmó la expectativas de que bajo los terrenos de Masies de Sant Miquel hubiese la gran ciudad íbera de la Cosetania Oriental, que se extendía desde el macizo del Garraf al Coll de Balaguer.
Más protección
La compra de los terrenos pretende dar una mayor protección a una zona que de hecho ya está protegida como Bien Cultural desde hace más de una década cuando unas obras para construir una balsa destapó muros de grandes dimensiones perfectamente conservados.
El Ayuntamiento de Banyeres pretende que con la titularidad municipal de los terrenos pueda comenzarse a excavar a través de la Universitat de Barcelona, que ya fue quien realizó el estudio del georradar en un proyecto de investigación de los profesores Joan Sanmartí, Jaume Noguera y Maria Carme Belarte.
2,5 hectáreas
La superficie de la ciudad ocupa 2,5 hectáreas, lo que la hace similar en importancia a la de Ullastret, que es la de mayor tamaño íbera en Catalunya. La radiografía del terreno permite identificar unos 200 recintos con plazas, edificios, torres y una zona de enterramiento.
Los investigadores ya podrían realizar este año una primera excavación para comprobar los resultados en las zonas de más difícil interpretación en las radiografías del georradar. Posteriormente podrían realizarse una excavación en extensión.
Confusiones
El profesor Jaume Noguera señala sin embargo que el radar muestra zonas en las que hay espacios poco claros ya que «parece que hay construcciones y trama urbana más allá del sistema defensivo al sur de la población». En todo caso el georradar ha permitido una gran precisión de lo que encierran los terrenos.
El alcalde de Banyeres, Amadeu Benach señala que el asentamiento es importante no sólo para el municipio, sino para el conjunto del país». Además de la importancia científica que ofrecerá el yacimiento, destaca el interés turístico que puede suponer para el municipio.
Estructura
El georradar muestra que bajo tierra hay una estructura urbana perfectamente delimitada. Sería una ciudad con calles paralelas y anchas cruzadas por otras vías perpendiculares más estrechas.
La existencia de una gran ciudad íbera en Masies de Sant Miquel era algo que los historiadores intuían desde hace décadas. En superficie se ha podido encontrar durante décadas gran cantidad de material cerámico.
Las excavaciones de control realizadas hasta ahora mostrarían que es un asentamiento que tendría ocupación desde el siglo VI antes de Cristo y que la mantuvo hasta el año 200 a.d.C. cuando fue abandonado a causa de Segunda Guerra Púnica o las revueltas indígenas que la siguieron.
La investigación sobre esta ciudad se enmarca en el proyecto Caracterización de los asentamientos urbanos en la costa de la Iberia septentrional (siglos VI-III aC), financiado por el Ministerio de Economía. El yacimiento también forma parte del proyecto de investigación de la UB sobre el cambio sociocultural en la Cosetania oriental durante la Protohistoria y la época romana republicana.
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