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Los vecinos de la urbanización El Garrofers de Coma-ruga, donde está el supermercado Mercadona, denuncian la velocidad con la que circulan muchos conductores, entre ellos los repartidores del establecimiento, que ponen en peligro a los residentes.
El pasado año ya reclamaron medidas como la colocación de bandas sobre el asfalto para intentar evitar el exceso de velocidad, pero la situación sigue igual. Ahora han iniciado una recogida de firmas y anuncian movilizaciones.
Los residentes en el núcleo destacan que con la llegada del buen tiempo y la finalización del curso escolar la zona se llena de niños jugando en la calle, ya que históricamente ha sido un lugar tranquilo de casas unifamiliares, pero ahora se ha incrementado el tránsito.
«Además, muchos conducen muy rápido». En las calles hay señales que limitan la velocidad a 40 kilómetros por hora, «pero muchos la superan». Según explican los vecinos, «cuando falta poco para abrir el comercio o para la hora de cierre, los que llegan van a toda velocidad».
Recogida de firmas
Los vecinos ya pidieron medidas al Ayuntamiento para evitar desgracias, pero lamentan que no se haya hecho nada. Según explican, hace unos días un vehículo arrolló a un gato propiedad de una familia y lo mató. «Para la familia fue un drama y puede pasar lo mismo con un niño. Aquí se corre mucho y no se hace nada».
La zona de Garrofers queda junto a la superficie comercial y para acceder debe circularse por las estrechas calles de la zona. Los vecinos avisan de que impulsarán movilizaciones y explican que el «perjudicado será el comercio en caso de hacer acciones de protesta para reivindicar el derecho a seguridad en nuestro barrio».
