Veremonte da 'un paso atrás' y no descarta abandonar BCN World

La promotora inicial del proyecto, que optaa dos licencias de casino, asegura que su continuidad dependerá de si el Plan Director Urbanístico va acorde con sus pretensiones

19 mayo 2017 22:45 | Actualizado a 22 mayo 2017 18:14
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BCN World se enfría. La empresas que lo promovió inicialmente, Veremonte, ha dado «un paso atrás» y no descarta salir del proyecto. «Estamos a la espera de conocer las bases de la segunda fase del concurso de licencias, pero ya no estamos tan ilusionados. No podemos garantizar nuestra continuidad al 100%. Decidiremos si nos presentamos en función de si las condiciones del Plan Director Urbanístico (PDU) del Centre Recreatiu i Turístic de Salou y Vila-seca se ajustan a lo que nosotros queremos», apuntan fuentes de la compañía presidida por Enrique Bañuelos.

Veremonte renunció en diciembre a adquirir los terrenos donde está previsto el macrocomplejo de casinos, hoteles y tiendas y dejó de ser su promotor para convertirse en un operador más. Opta a dos licencias de casino: a una formando grupo con Melco y a otra junto con Hard Rock. Grup Peralada y Melco en solitario aspiran a otras dos. «Ahora mismo no estamos activos en este proyecto, pero eso no quiere decir que hayamos salido. Seguimos manteniendo reuniones periódicas con el Govern –como hacen el resto de inversores interesados–», añaden las mismas fuentes.

 

La aprobación inicial, en julio

«Hace tres años nadie sabía de esos terrenos situados al lado de PortAventura. Ahora son conocidos internacionalmente, están en el mapa gracias únicamente a nuestra labor», subrayan desde Veremonte. De su mano llegaron a BCN World las sociedades Melco, Value Retail, Meliá y Hard Rock. ¿Seguirán estas adelante si Bañuelos da marcha atrás?

El retraso que acumula la tramitación del PDU está acrecentando la incertidumbre. La comisión encargada de la redacción del plan, encabezada por el director del Institut Català del Sòl, Damià Calvet, anunció que su aprobación inicial estaría lista el pasado enero. Pero todavía no está. El conseller de Territori i Sostenibilitat, Santi Vila, dijo el viernes en Salou que lo aprobarán en julio. Es decir, seis meses después de lo previsto. Luego se abrirá un periodo de información pública y alegaciones de 45 días, y faltará la aprobación provisional y la definitiva. Será entonces cuando se convoque la segunda fase del concurso público para otorgar las licencias. Complicado, por tanto, que las obras puedan comenzar a finales de este año o principios de 2016, como insinuó el Govern.

«La burocracia va muy lenta y eso es un impedimento para las empresas. Todavía no nos han marcado los plazos», lamentan desde Veremonte.

 

Comisión de seguimiento

El Govern constituyó el 27 de febrero una comisión de seguimiento del PDU formada por representantes de todos los grupos políticos parlamentarios, la Universitat Rovira i Virgili y los colegios profesionales de arquitectos, ingenieros industriales e ingenieros de caminos, canales y puertos. También por representantes del tejido económico, empresarial y turístico de la provincia. Se reunieron en la delegación del Govern en Tarragona. No lo han vuelto a hacer más.

«No llevaremos nada a aprobación inicial sin que pase antes por la comisión de seguimiento», indican fuentes de la Generalitat.

En aquel encuentro, Calvet y el director general de Ordenació del Territori i Urbanisme de la Generalitat, Agustí Serra, presentaron una propuesta muy avanzada de los parámetros urbanísticos que regirán el ámbito del Centre Recreatiu i Turístic. El macrocomplejo está previsto en una superficie de algo más de 101 hectáreas, en el terreno más próximo a la autovía C-31B. Allí se ubicarán los complejos turísticos integrados, con un máximo de seis casinos, hoteles, comercios, teatros, un centro de convenciones y congresos y aparcamientos. Será un espacio único al que los operadores optarán en función de sus necesidades. Los edificios podrán tener 25 plantas y una altura de hasta 90 metros.

Fuera de este ámbito, elplan urbanístico previsto por el Govern fija 283.000 metros cuadrados de terreno de uso estrictamente residencial y otros 218.000 con calificación turístico-residencial.

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