Los hermanos de L’Arboç Marc y Ricard Ribas iniciaron el pasado viernes el Panda Raid que a través de 3.000 kilómetros por el desierto finaliza en Marrakech tras siete etapas.
La única condición es que debe hacerse en un clásico Seat Panda, o Marbella. Además tiene un componente solidario ya que en los pueblos por los que pasan, los participantes dejan material de ayuda tanto de higiene como sanitario o escolar.
El pasado año Marc y Ricard Ribas ya participaron en el Panda Raid el pasado año. En su coche han cargado gran cantidad de material escolar que ha aportado el Ayuntamiento de L’Arboç.
Casi 400 vehículos participan este año en la prueba que tiene como principal dificultad la orientación y la mecánica ya que la arena del desierto supone una gran resistencia para los vehículos. También tiene la exigencia de la colaboración entre piloto y copiloto.
Mira el vídeo de la primera etapa de la presente edición: