Vila-seca cobrará entrada para visitar el Castell y sus exposiciones

La tarifa, que será simbólica, ayudará sufragar las muestras de arte contemporáneo que acoge el complejo

11 agosto 2021 18:00 | Actualizado a 12 agosto 2021 09:28
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El Ajuntament de Vila-seca ha decidido que cobrará entrada para visitar el Castell y las futuras exposiciones de arte contemporáneo que acoja. La decisión del consistorio, que se aprobó en el último plenario municipal, entrará en vigor una vez esta nueva tasa supere los trámites administrativos. En todo caso la aplicación será ya en otoño, una vez finalice la actual exposición ‘Agustí Centelles. Testimoni d’una Guerra (1936-39)’ que está programada hasta el próximo 19 de septiembre.

El acceso al Castell era completamente gratuito desde el 12 de marzo de 2020, cuando el Ajuntament abrió sus puertas a la ciudadanía tras culminar los trabajos de restauración (la adquisición municipal fue en 2005).

La reforma se inauguró entonces con la exposición ‘Antoni Tàpies. La resistència del signe’, fruto del convenio de colaboración entre el Ayuntamiento y la Fundació Vila Casas, centrada en la difusión del arte contemporáneo catalán, y por el cual, durante un periodo de cuatro años, Vila-seca acogerá un total de ocho exposiciones, a razón de dos por año.

Las nuevas tarifas serán variables en función de la tipología del visitante e irán desde el euro de la entrada general a precio reducido de las visitas libres a los cinco euros de las visitas guiadas para grupos y familias.

La concejal de cultura del Ajuntament de Vila-seca, Manuela Moya, considera que la decisión de cobrar entrada para acceder al Castell y a las exposiciones que se muestran «va más allá de esta tasa simbólica que queda ahora estipulada, porque la cultura también tiene un precio. Es un sector al que se dedican muchos profesionales y hay que apoyarlo. Cuando viajamos a otras ciudades pagamos por acceder a este tipo de equipamientos, y lo aceptamos. En nuestro caso hablamos de exactamente lo mismo».

Moya justifica que cualquiera de las grandes exposiciones que ofrece el espacio, gracias a su acuerdo con la Fundació Vila Casas, conlleva «traslados de las obra, cartelería, seguros, la adaptación de la sala o el montaje de la propia exposición que tienen unos determinados costes», a los que hay que añadir los propios por el mantenimiento y personal del Castell. «La instalación siempre será deficitaria y el Ayuntamiento siempre pondrá dinero, eso lo tenemos asumido. Con estos tres euros de la entrada no se pagan ni mucho menos todos esos gastos generales que tiene la instalación», añade la concejala.

El Ayuntamiento de Vila-seca trabaja en el proyecto de una futura tarjeta que incluirá distintas ventajas para el ciudadano de proximidad, entre ellas la entrada a los equipamientos culturales del municipio adelanta la propia Manuela Moya.

Desde el consistorio valoran enormemente el hecho de haberse convertido en una antena de la Fundació de la Fundació Vila Casas en el sur de Catalunya y en un referente cultural a nivel provincial. «El arte forma parte de nuestra vida, también el contemporáneo, y estas muestras nos permiten consumir no solo arte antiguo», añade.

Las cifras hablan por sí solas: la exposición de Antoni Tàpies reunió a 6.000 visitantes (el Castell estuvo cerrado unos meses por la pandemia) y la de Centelles acumula ya 7.000.

A pesar del carácter simbólico del precio de la entrada el grupo municipal Vila-seca En Comú votó en contra en el plenario. Argumenta que será contraproducente ya que «limitará el número de conciudadanos que participan de un equipamiento que, al fin y al cabo, ya se paga a través de los impuestos», en palabras de la concejal de los Comuns Marta Roldán. El grupo considera que sería necesario buscar apoyo de administraciones públicas y entidades privadas para ayudar a financiar este equipamiento.

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