Altafulla se ofrece a pagar aportación de arena a su playa

La situación en que se encuentra por falta de arena la playa de Altafulla, como ocurre en otras localidades de nuestro litoral, sigue dando quebraderos de cabeza a los mandatarios municipales y al sector turístico. Hoy mismo de la reunión prevista a celebrar entre el gobierno altafullense y los representantes de Costas del Estado ha de derivarse una solución puntual e inaplazable «para salvar la temporada veraniega y la industria turística del municipio», indicaba ayer la alcaldesa Montse Castellarnau. Tras la reunión, se sabrá si Costas está en disposición de asumir los costes de una nueva aportación de arena o bien «seremos nosotros quién se hará cargo», subrayó.

Ocurre que los aproximadamente 10.000 m3 vertidos hace quince días por parte de Costas en la zona más castigada y vulnerable por los temporales de mar en la playa de Altafulla, como Botigues de Mar o la zona de Voramar, «una situación de mar de fondo ha sido suficiente para que produjera una nueva regresión», lamentaba.

Castellarnau admitió que las soluciones para el litoral son a medio y largo plazo y que «pasan por el diagnóstico que se desprenda de los estudios sobre la probable modificación de las corrientes marinas acecida por los efectos del cambio climático. Posiblemente habrá que plantearse la construcción de diques sumergidos, dunas, vegetación, entre otras».

Castellarnau (Alternativa Altafulla) es alcaldesa desde el 12 de mayo pasado, al prosperar una moción de censura para sacar de la alcaldia a Jordi Molinera y Alba Muntadas (EINA), «por la mala gestión de la playa», como principal argumento esgrimido. La actual alcaldesa hizo memoria, en este sentido, al acusar al anterior ejecutivo de no secundar el Plan de Choque «que podía haber evitado efectos tan lamentables como el parcial hundimiento de la terraza del restaurante de Voramar».

Castellarnau considera muy positiva la reciente distribución de arena «y aunque inesperadamente ha desaparecido, ha evitado males mayores de erosión». Acusó a EINA de haber fracasado «en su plan de regeneración de la playa confiando en un sistema dunar y de barreras para la acumulación de arena, sin acometer aportaciones o trasvase de la misma»·. El ex alcalde Jordi Molinera la desmintió «Hicimos puntuales aportaciones de arena, extraída de las proximidades de Tamarit y precisamente también de los reservorios creados por los sitemas de renaturalización».