Bajo el fuego de la Festa Major d’Hivern de Salou

Fuego, pólvora, tradición, bailes y, en definitiva, fiesta. Salou ha vuelto hoy a ‘normalizar’ ayer su Seguici Festiu de la Festa Major d’Hivern en una mañana soleada pero fría y en la que la Torre Vella se convirtió en un bello escenario para acoger al conjunto de elementos del Seguici.

Más de 300 salouenses se dieron cita en este histórico punto de la localidad para disfrutar, primeramente, del calor y bajo el fuego de los Diables Maleïts, las Bruixes ‘Latemó’ y los Canons de Salou. El explosivo conjunto luciferino partió pasadas las 11 horas desde el Teatre Auditori (TAS) para alcanzar la calle Barcelona y llegar en su bajada a los infiernos hasta la Torre Vella. Allí, los asistentes vivieron bajo el fuego de una concentración de demonios y brujas en un espectáculo que dejó a más de uno ‘encendido’. Al brillo del círculo de las bengalas y cohetes le precedió los disparos de los Canons, que ya se habían dejado oír por las calles del centro. El olor a pólvora siguió con los bailes con material pirotécnico del gigante Xaloc y la Morena, que este año cumple 13 años desde su creación. Mientras, nadie se movía y contenía la respiración. Hasta los más pequeños, algunos tapándose los oídos, aplaudían tras el baile de las dos figuras del Seguici Festiu. «Venga Joan, que en seguida vendrán los ‘grallers’ para que puedas bailar», le decía Anna a su hijo, mientras explotaban los últimos petardos de la Morena.

El olor a pólvora se fue dispersando al tiempo que lucía más el sol y hacía desaparecer las nubes... de humo.

Nadie se quería mover tampoco para ver bailar a los ‘gegants’. Los Gegants Manotes (el Pepot y la Nena), la Gegantona Gralleta y el Gegantó Pantabrut danzaron rodeados por los presentes, que agradecieron la actuación.

Los bailes siguieron con los Nanos, la Mulassa, el Ball de Bastons, el recientemente creado Ball d’Espases, el Ball de Pastorets y, como conclusión, el Ball de Panderos, también uno de los más recientes y que concentró un buen número de aplausos con su baile y proclama final. «Visca el Ball de Panderos, visca Salou i Visca la Festa Major!», gritó el joven que había sido elevado con la unión de los bastones en círculo de sus compañeros.

Los elementos del cortejo festivos y el Ball de Lluïment dieron paso a la recepción por parte del alcalde y de resto de la corporación municipal a las entidades participantes.

Antes de un ‘picapica’ popular, Pere Granados quiso poner en valor «el patrimonio cultural vivo de Salou. Animo a seguir manteniéndolo y agradezco el trabajo, la labor y la implicación del tejido social y asociativo», finalizando con un deseo: el de «una muy buena Festa Major d’Hivern». Es solo el principio.