Cambrils recuerda su primer trazado ferroviario y espera la nueva estación

El Arxiu Municipal ha recuperado y difundido los planos con el diseño de la línea, elaborados hace 159 años

19 mayo 2017 22:55 | Actualizado a 22 mayo 2017 18:08
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El mapa ferroviario de Cambrils cambiará en los próximos meses y la previsión es que la nueva estación esté lista antes de que acabe el año. Así lo afirma el concejal de Planificació de Ciutat, Francesc Garriga, quien señala que «todo está en marcha, el calendario sigue su curso y no nos han dicho que haya ninguna alteración, así que el proyecto avanza según lo previsto». Y es que el Ministerio de Fomento siempre ha señalado que su intención es que la nueva estación esté lista durante 2015. Garriga está convencido de que así será. De momento, las obras siguen avanzando. La futura estructura, que estará ubicada en las afueras, junto a la zona deportiva municipal, es la primera instalación de este tipo por la que se ha decidido apostar dentro de la nueva definición ferroviaria de las comarcas de Tarragona.

Pero mientras se prepara el nuevo trazado con el Corredor del Mediterráneo y la nueva estación, este año Cambrils ha hecho memoria y ha recordado sus inicios ferroviarios. El 12 de marzo de 1865 comenzó a funcionar regularmente la línea Valencia- Tarragona. Desde aquel día circulan trenes por el municipio, hecho que supuso un cambio exponencial en la economía y la demografía local, como ocurrió también en otras localidades. La construcción de la vía exigió una gran obra de ingeniería, que empezaba dibujando los planos de los lugares por donde debía pasar. Por ello, el Arxiu Municipal de Cambrils dedicó parte del ciclo El document del mes a dos planos que fueron dibujados con fines técnicos y que hoy ayudan a saber cómo era el territorio hace más de un siglo y medio.

La creación de la línea entre Valencia y Tarragona se produjo dentro del proceso de expansión del ferrocarril por el Estado, que a partir de 1856 «permitió construir en pocos años las grandes líneas ferroviarias que posteriormente cruzarían la península con un diseño casi siempre radial», apunta el Arxiu en su descripción. Fue en esta época cuando se crearon las grandes empresas ferroviarias: la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid en Zaragoza y Alicante, La Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España y la Sociedad de los Ferrocarriles de Almansa en Valencia y Tarragona (AVT).

El 5 de julio de 1856, el Ministerio de Fomento autorizó oficialmente al empresario José Campo a construir la línea. De acuerdo con el decreto del Ministerio, la empresa tenía un plazo de un año para elaborar el proyecto, incluidos los planos. Es por ello que, según señala el Arxiu Municipal de Cambrils, los documentos que conservan datan de hacia 1856.

Posteriormente se abriría a subasta la construcción de la línea, y la empresa adjudicataria tenía que pagar los gastos que había supuesto la elaboración de los planos. El Estado debía subvencionar la empresa concesionaria con 240.000 reales para cada kilómetro construido. Aún así, cada provincia por donde pasara debería asumir una tercera parte de la ayuda, dependiendo de los kilómetros del trazado y su riqueza, tanto territorial como industrial.

Si bien en 1862 se había enlazado Valencia con Castellón, los técnicos se encontraron con un obstáculo que impedía avanzar más. No sabían en qué punto cruzar el río Ebre por dos cuestiones concretas: la amplitud del río, y el hecho de que el ejército exigiera poder continuar navegando con sus buques hasta el puerto de Tortosa. Finalmente, los responsables del proyecto hallaron la solución. Fue en 1866, y el puente de Tortosa se inauguró dos años más tarde. Mientras, se construyó el resto de la línea y se abrió al tráfico el 12 de marzo de 1865. Ahora ya se cumplen 150 años.

Ocupar los terrenos

La construcción de la vía exigió trazar los planos de todas las zonas por donde tenía que pasar, y ocupar legalmente los terrenos por donde transcurría. Se trataba de las fincas donde se fabricaba el terraplén que sostenía la vía -hoy siguen ocupados-. También los más o menos cercanos que se usaban provisionalmente para llevar a cabo las obras.

El Arxiu de Cambrils desconoce qué pasó con los planos cuando la línea se dio por terminada. Apunta que lo más lógico hubiera sido que se conservaran en el archivo de la compañía AVT para ser utilizados en futuras revisiones. La empresa fue absorbida por la compañía Norte en 1891. No se sabe si por ello o por la desaparición de todas las compañías en 1941 con la creación de Renfe, una parte de los planos llegaron a manos de coleccionistas y anticuarios. Fue en 1996 cuando dos de ellos llegaron a manos de la Llibreria Antiquària de Tarragona, que avisó de su existencia al Museu d’Història de Cambrils. El Ayuntamiento los compró a finales de aquel mismo año, y los conserva en el depósito del Arxiu Municipal.

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