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No habrá pactos en Roda de Berà. Pere Virgili (CiU) será alcalde y gobernará en minoría apoyándose en acuerdos puntuales con el resto de partidos. Los convergentes han perdido la mayoría absoluta, pero se mantienen como la fuerza más votada con seis concejales de trece posibles. Ciudadanos, PSC y PP se quedaron con dos cada uno e ICV-EUiA, con un uno.
Virgili cerró ayer por la tarde su ronda de contactos con todas las formaciones que tendrán representación en el Ayuntamiento para explicarles su voluntad de gobernar en solitario. «Tenemos cuatro concejales más que el segundo, Ciudadanos, y eso nos permite gobernar en minoría los próximos cuatro años. Abriremos más la gestión al resto de formaciones, convocando más a menudo juntas de portavoces y comisiones informativas», afirma el candidato de CiU, que sustituirá a Pere Compte, que deja la política tras ocho años de alcalde y dieciséis de concejal.
La intención de Virgili es aprobar los temas importantes, como el reglamento orgánico municipal, los presupuestos o las ordenanzas, llegando a acuerdos con la oposición. «Venimos de gobernar en mayoría absoluta y necesitaremos un tiempo para adaptarnos a trabajar más en equipo, pero seremos capaces de conseguirlo. Mantengo una buena relación personal con los otros cabeza de lista. Evidentemente, habrá discrepancias, pero en los grandes temas nos pondremos de acuerdo», asegura.
Matemáticamente sería posible un pacto a cuatro bandas entre Ciudadanos, PSC, PP e ICV-EUiA para arrebatar la alcaldía a CiU. Sumarían siete ediles. Pero parece poco probable. «Ciudadanos y PSC nos han dicho que están dispuestos a dejar gobernar a la lista más votada», dice Virgili.
El convergente presentará su candidatura para ser investido el 13 de junio. «No creo que haya ninguna sorpresa. Si los otros partidos votaran en contra y no hubiera ningún candidato más, el alcalde sería el número uno de la lista más votada, la nuestra», concluye.
