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Ayer, último viernes de mes, era día de pleno ordinario en Vila-seca. Pero de ordinario no tuvo nada. La conmoción por la muerte de la concejala Sandra González el martes sigue en pie y en la sesión de ayer por la tarde, lo de menos fue el debate político.
El escaño que ocupaba esta concejala de 42 años tenía una fotografía recordándola. Y al lado, tras una breve intervención del alcalde, Pere Segura, se llevó a cabo un minuto de silencio y una interpretación de El Cant dels Ocells a cargo de la chelista Elna Solorzano, para darle un cálido homenaje a la política fallecida. Los otros portavoces también intervinieron en recuerdo de la compañera.
En el pleno, no solo los ediles estaban con la emoción a flor de piel. También quisieron estar en este viernes tan especial sus padres, su marido y sus dos hijos, gemelos. El homenaje a Sandra dejó en un segundo plano muy residual la sesión de ayer.
El adiós de Sandra González deja un escaño vacío que se debe rellenar. Fuentes municipales explicaban ayer que el trámite corresponde a la Junta Electoral y que la persona que debe entrar a ocupar su puesto es la siguiente de la lista, Azahara Esther Moreno.
La pregunta es si la nueva concejala entrará con las siglas de Ciutadans (formación a la que pertenecía Sandra y el resto de compañeros antes de darse de baja del partido y ser no adscritos) o también dejará las siglas.
