Vila-seca pone en marcha el espacio museístico y las visitas interactivas al Celler

Después de semanas de pruebas, ayer se pusieron en marcha las visitas al museo del Celler de Vila-seca. Se trata de la segunda pata que tendrá este equipamiento cultural, que abrió puertas el pasado mes de abril y que ahora da un paso más con un espacio museístico interactivo que pretende dotar a la ciudad de un nuevo atractivo turístico. La visita se centra en el mundo del vino y en la construcción del propio Celler y repasa también la historia local a través de la Cooperativa Agrícola.

De este modo, el espacio cuenta con tres partes diferenciadas. Por un lado, el visitante puede conocer el proceso de construcción del Celler Noucentista de Vila-seca, construido en 1919 por el arquitecto Pere Domènech i Roura. Esta parte de la visita se realiza con las gafas de realidad virtual y permite al usuario trasladarse desde el nuevo escenario que preside el equipamiento al medio del campo para ver levantarse la construcción desde los cimientos.

Por otra parte, también se ha museizado la sala donde se elaboraba antiguamente el vino, en el edificio anexo al Celler. En este punto se ha incorporado una proyección de vídeomapping que explica todas las fases de elaboración del vino, desde la vendimia hasta la copa. Asimismo, en esta sala se han instalado una serie de pantallas interactivas que ofrecen información del mundo del cooperativismo y toda la arquitectura que rodea las bodegas de vino de Catalunya, especialmente en Tarragona, conocidas como catedrales del vino.

Por último, bajando a la sala de prensado, se encuentran algunas máquinas agrícolas antiguas que se han restaurado, así como información acerca de la cooperativa local. La visita se hace de forma libre y el usuario también podrá explorar por su cuenta el edificio, que cuenta con una superficie de 3.150 metros cuadrados.

Cabe recordar que el Ayuntamiento de Vila-seca impulsó la museización del Celler en paralelo a las obras de remodelación, que empezaron a finales de 2019 y culminaron hace unos meses. Así, en junio de 2020 formalizó el contrato con la empresa madrileña Ypunto Ending, que se ha encargado de desarrollar toda la parte divulgativa del espacio, con un coste cercano a los 600.000 euros.

«Este espacio tiene un enfoque para el público local y de proximidad, pero también para los turistas que nos visitan. El museo tiene una clara finalidad de desestacionalizar la temporada y tener visitantes durante todo el año. Nos habla de historia, de identidad y de aquello que nos hace únicos y vincularlo con el mundo del vino tiene todo el sentido», explica la concejala de Cultura, Manuela Moya. En este sentido, la voluntad desde Vila-seca es poder tejer una red con otros actores del territorio relacionados con el enoturismo y poder generar así rutas o estrategias conjuntas.

Tres semanas de entrada libre

Con el objetivo de dar a conocer el nuevo museo, la entrada será gratuita hasta el 7 de agosto. Aunque la entrada es libre, el aforo es limitado y las visitas se hacen en grupos reducidos de un máximo de 20 personas. Es por ello que es necesario reservar las entradas con antelación a través de la nueva página web del Celler, en el espacio de venta de entradas del Ayuntamiento o en la misma taquilla. En verano, el horario de apertura será de martes a domingo, de 10 a 14 y de 17 a 20 horas.

Una vez acaben las visitas gratuitas, se ha establecido una entrada general de 4 euros y una reducida de 2 para mayores de 65 años, estudiantes y desempleados, entre otros. Para incentivar también las visitas al Castell de Vila-seca, se han creado packs de entradas a ambos espacios con un coste de 5 euros la entrada general y 3, la reducida. Los menores de 18 años y los vecinos y vecinas que dispongan de la tarjeta ciudadana Vilacard podrán entrar de forma gratuita a ambos equipamientos todo el año.

Según ha podido saber el Diari, el Ayuntamiento está trabajando en una programación fija para el Celler a partir de este mismo otoño. Será una programación que abarcará varias artes escénicas y que podrá incluir también proyecciones de cine. Asimismo, desde el consistorio trabajan para poder convertir el Celler en un polo de atracción también para artistas y promotores y alquilarlo para que organicen sus eventos.

Gracias a las nuevas tecnologías, el visitante puede trasladarse del escenario del Celler al medio del campo o conocer el proceso de elaboración del vino a través de proyecciones en la misma sala donde se hacía décadas atrás.