Informadores ambientales en Calafell explicarán el valor natural de las playas

No apunta a que vaya a ser un verano tranquilo para los informadores ambientales de las playas de Calafell. Van a ser unos meses de paciencia, mucha pedagogía y mano izquierda para intentar hacer ver a los bañistas que la situación que van a encontrar en las playas debe ser la opción más efectiva para salvar los arenales.

En los últimos días un grupo de informadores ambientales han seguido una formación sobre las zonas naturalizadas, las iniciativas para retener arena en las playas, la preservación de zonas de cría del chorlitejo, un ave protegida, o la posibilidad de que el mar arrastre a la orilla posidonia, una planta vital para el ciclo marino y asentamiento de los fondos.

El inminente inicio de la campaña estival exige la dotación de ese equipo ante las previsibles quejas de los usuarios de las playas al considerar que las zonas acotadas para la recuperación dunar recortan espacio para extender toallas.

En los últimos días en las redes sociales son muchos los comentarios de bañistas que reclaman más espacio y critican las zonas balizadas a las que se ruega no acceder ni personas ni perros, ya que son espacios en recuperación.

El Ayuntamiento ha explicado reiteradamente que esas zonas en recuperación deben ser la garantía para hacer frente a la erosión y que todavía hay espacio para toallas y sombrillas. El concejal de Ecología Urbana, Aron Marcos, avisa que «tenemos un problema grave. Hemos de impulsar un plan de gestión y una planificación si queremos salvar las playas».

Es lo que los informadores intentarán explicar a los bañistas que consideran que las playas solo son espacios rastrillados para extender las toallas. También serán los encargados de recordar las restricciones de acceso en algunas zonas para lo que, llegado el caso, deberán contar con el apoyo de la Policía Local.

La temporada llega con algunas zonas de la playa de Calafell muy afectadas por los temporales y la pérdida de arena. No es descartable que pueda hacerse una regeneración pero que sólo sería un parche para salvar la temporada.

El Ayuntamiento ha pedido a la Dirección de Costas del Ministerio que pueda realizar esa aportación de arena y está a la espera de una respuesta.

Pero además de la dificultad para encontrar sedimentos ante la demanda de muchas playas y que están en peor estado que la de Calafell, no debería hacerse antes de junio ya que todavía hay riesgo de temporales y de que el mar pueda llevarse la arena aportada.