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«Si no hay acusación no puede haber condena». De esta forma, el magistrado de la sección cuarta de la Audiencia de Tarragona absolvía de todos los cargos a Josep Poblet y los otros tres acusados en el caso por supuestas irregularidades en la construcción del centro de salud de Vila-seca, inaugurado hace diez años. La CUP, que actuaba como acusación popular, había renunciado minutos antes a continuar con el procedimiento antes de que los testimonios se dirigieran a la sala. Lo hizo después de que el juez tan solo permitiera mantener la acusación por prevaricación.
«El único objetivo de la CUP era la pena antes de la sentencia. Ellos ya han ganado. Han hecho todo el daño que querían hacer. No les hace falta ganar en los tribunales», manifestaba Josep Poblet en una comparecencia esta tarde de jueves ante los medios después de la absolución. Cabe recordar que inicialmente la CUP pedía hasta diez años de prisión para cada uno de los cuatro acusados por los presuntos delitos de prevaricación, malversación, tráfico de influencias, blanqueo de capitales y falsedad documental. La Fiscalía pedía la absolución de todos los acusados desde 2018.
El exalcalde de Vila-seca acusó a los cupaires de hacer un «uso perverso de la justicia» que ha supuesto, dijo, «ocho años y medio de sufrimiento que nos han causado un inmenso e irreparable daño de tipo personal, familiar, político y patrimonial». La marcha atrás de la CUP antes del inicio de la segunda sesión del juicio supone, para Poblet, «la admisión del error, de la farsa y de la burla».
«Hoy ha quedado definitivamente acreditada nuestra rectitud, la correcta actuación que tuvimos, nuestra honorabilidad y nuestra inocencia, que nunca habíamos perdido», celebró Poblet. Al mismo tiempo, el exedil señaló que continuar con la gestión de sus responsabilidades políticas «en un entorno de acusación y duda permanente se hace insufrible y lo hemos aguantado hasta hoy».
Todo empieza en 2014
El caso se remonta a abril de 2014, cuando el juez que instruye la macrocausa Innova en los juzgados de Reus abrió una pieza separada para investigar supuestas irregularidades durante la construcción del Centre d’Alta Resolució (CAR) de Vila-seca. Estas irregularidades se referían a la supuesta fragmentación de contratos adjudicados al arquitecto Jorge Batesteza para la dirección de las obras del centro sanitario. Tras la petición de los acusados, el caso lo asumió en 2015 la Audiencia de Tarragona, que hoy jueves ha puesto punto final con una sentencia absolutoria que es firme y sin posibilidad de recurso.
«No he tenido nunca ningún vínculo con el señor Batesteza. Nos hemos conocido estos días en el juzgado», explicó Poblet, al tiempo que destacaba que el arquitecto «hizo bien su trabajo». Asimismo, el exalcalde defendió el trabajo hecho para poder tirar adelante la construcción del CAR y aseguró que los costes finales de la obra se redujeron en 600.000 euros respecto al presupuesto previsto de 8,6 millones de euros, algo que también puso en valor en su petición de absolución la Fiscalía.
«Siempre hemos sido inocentes»
«Siempre hemos actuado desde la más profunda honestidad, rectitud y respeto a la legalidad. Siempre hemos sido inocentes y celebramos que hoy por fin la justicia lo haya reconocido», manifestó la concejala Manuela Moya, otra de las acusadas absuelta junto al arquitecto municipal, Rafael Bertran, y Jorge Batesteza.
Visiblemente emocionada, Moya expresó que «el daño causado durante cada uno de estos días ya es irreparable, tanto a nivel personal como público». En este sentido, recordó que «esta pesadilla empezó en 2014. Mis hijos iban a una escuela pública de Vila-seca y desde entonces han tenido que soportar comentarios de su madre que no les tocaba escuchar» y recordó también a su padre, que «se fue de esta vida en 2019 sin ver el fin de esta causa judicial». «Nos hemos visto sometidos a la pena del banco de acusados y la pena del telediario por una acusación injusta», lamentó.
La entonces concejala de Urbanismo, actualmente a cargo del área de Cultura, acusó a la CUP de construir un relato falso «con el único propósito de satisfacer sus ambiciones políticas plenamente conscientes que con este proceso judicial ya nos estaban infligiendo una pena irreparable».
