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El mar ha sacado a la playa de Cunit en los últimos días restos que podrían salir de algún barco hundido frente a las costas del municipio, pero del que no se tieene conocimiento.
Ha sido un vecino, Christian, quien encontró esos restos en la orilla y los llevó al Ayuntamiento, que se ha puesto en contacto con el servicio de arqueología de la Generalitat para poner a su disposición el material y que pueda hacer un estudio.
La principal hipótesis es que esos restos, principalmente de barro, surjan de algún barco que pueda estar hundido en la zona.
El pasado año el mar también arrastró a la playa de Cunit un larga pieza de madera que se creyó que podrían pertenecer a una embarcación romana del siglo XIX por la plomería y restos de zinc que presentaba la madera.
Pese a que quienes acostumbran a navegar por la zona no han encontrado restos de barcos hundidos, el Ayuntamiento de Cunit no descarta esa presencia.
De hecho en el límite de Cubelles y Cunit hay una zona de interés arqueológico. La cooperativa Arqueovitis, localizó restos de un asentamiento íbero en el que aparecieron cerámicas íbera, griega y cartaginesa. Los arqueólogos consideran que podría tratarse de uno de los principales puertos de la época, por lo que no es descartable la llegada de restos en la costa en días de temporal.
La zona está junto a la desembocadura del río Foix, lo que permitiría el traslado de las mercancías hacía el interior y también la llegada de productos para embarcar.
Alex Castillo que ha buceado mucho en los fondos marinos del Baix Penedès ya explicaba al Diari la la riqueza histórica que todavía guardan los fondos marinos en el Baix Penedès.
No muy lejos, Gregorio Aranda, vecino de Cala Berenguer en el Francàs de El Vendrell ha recopildao durante años decenas de restos arrastrados por el mar hasta la orilla.
Son restos de ánforas, vajillas, tejas... íberos, romanos, fenicios... En esa tramo de costa de El Vendrell había un punto de carga de barcos que transportaban material en época de la civilización romana. La Via Augusta estaba cerca y las naves buscaban zonas costeras para comerciar hacia Andalucía y el norte de Catalunya.
En la década de los 90 se hizo un sondeo de toda la costa catalana y determinó la potencialidad del Francàs. Señaló a un barco hundido de donde podía salir todo aquel material que durante años recogió Aranda, que trabajó en el Museu d’Història de Barcelona.
Entre ese material destaca desde un pendiente romano a piezas del siglo III antes de Cristo y corresponderían a cerámica fenicia. Las más modernas son del siglo I después de Cristo.
