La Pineda tendrá chiringuitos nuevos con restaurante a partir del próximo verano

El Ayuntamiento de Vila-seca activa la renovación de estas casetas, además de sus servicios de vigilancia. Esta semana se harán presentaciones a los empresarios y a las entidades

12 octubre 2021 17:40 | Actualizado a 18 octubre 2021 05:20
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Vila-seca empieza el próximo verano a transformar su frontal marítimo. A la espera de poder acometer la ampliación de su playa con la desurbanización de parte del paseo marítimo, este 2022 los tres kilómetros de litoral ofrecerán una imagen diferente.

El Ayuntamiento aprobó este miércoles pasado en Junta de Gobierno Local activar una de las fases del Pla Estratègic de la Activitat Turística de Vila-seca, un documento marco que activó el Patronat en 2018 y en el que uno de sus ejes era la renovación de los chiringuitos.

Actualmente, y con la temporada cerrada, todavía se pueden ver algunas de las diez casetas de madera que estos últimos años han operado (mediante concesión municipal) en la playa. El nuevo proyecto, que ya está colgado en la página web del Ayuntamiento (apartado mesa de contratación), pretende transformar radicalmente esta imagen de ocio y turismo a pie de playa. 

Fuentes municipales han explicado que «esta renovación forma parte del objetivo que tenemos en Vila-seca en materia turística. Queremos consolidarnos como destino sostenible y con una oferta desestacionalizada». Y una de las primeras acciones pasa por mejorar y actualizar estas casetas, que en el proyecto se reducen a siete y que sus servicios actuales se amplían.

Distribución y competencia

La propuesta municipal utiliza tres modelos de chiringuitos, dos de bar y restaurante (con más o menos aforo) y uno de bar. Su colocación en la arena está pensada con su compatibilidad con los negocios existentes en el paseo marítimo Pau Casals. Así, los cuatro chiringuitos que serán restaurantes se ubicarán en los extremos de la playa y los de bar en el centro, «de forma que haya oferta, pero sin perjudicarse los negocios de un mismo sector».

Estos nuevos chiringuitos se irán presentando esta semana en sociedad. Los actuales adjudicatarios están convocados mañana en el Ayuntamiento, los empresarios en el Castell el martes y jueves; y las entidades de La Pineda, el viernes en el Centre Cívic. «Además del interés turístico y de transformación de la playa, queremos explicarlo bien a la población, empezando por los sectores potencialmente interesados y a los vecinos», argumentan las mismas fuentes.

Estos chiringuitos no serán la única metamorfosis de la playa. El Ayuntamiento contempla una inversión de unos 900.000 euros (se espera con ayuda de los Fondos Next Generation) para renovar los servicios públicos: torres de vigilancia, caseta de salvamento, duchas, pasarelas...

Inversión a largo plazo

Los tres modelos de chiringuito que se contemplan en el proyecto suponen una inversión importante para los adjudicatarios. Precisamente, este desembolso inicial (que deberá sumar el canon de la concesión anual) es el que el Ayuntamiento contempla una compensación en años para recuperar el capital y poder hacer rentable la gestión de estos chiringuitos. «Los 12 años que fijan las bases de este contrato se ha estudiado concienzudamente para que los candidatos no solo sean empresas con grandes capitales, sino también empresarios del sector que requieren de más años para poder obtener beneficios de este modelo de negocio».

Estos 12 años que forman parte de las bases de licitación ya se contemplaban en los primeros borradores de la propuesta de renovación de la playa y las mismas fuentes municipales rechazan que sea una modificación de las bases viendo la polvareda que se ha generado en Cambrils, donde la renovación de sus chiringuitos contempla solo 4 años de concesión con una fuerte inversión difícil de amortizar.

Los plazos que contempla el Ayuntamiento para que estas nuevas casetas se instalen en la playa miran a verano. El trámite burocrático que empieza con la exposición pública durante un mes hace inviable que los chiringuitos estén activados en Semana Santa y todo el esfuerzo se ciñe en que se empiecen a montar entre mayo y junio para poder iniciar la nueva temporada con todos los elementos ya renovados.

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