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    La Policía Local de Creixell lanza un órdago al gobierno municipal

    La plantilla quedará en breve con menos de diez efectivos generando un problema para cubrir los turnos. Reclaman refuerzos de forma urgente y ya no permiten que las causas económicas municipales sea el pretexto para retrasarlo más

    01 octubre 2022 19:20 | Actualizado a 02 octubre 2022 07:00
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    Ni Sant Miquel Arcàngel ni los Àngels Custodis, dos fechas señaladas estos días en las policías locales que celebran la festividad de su patrón, han logrado este 2022 el milagro de los panes y los peces en Creixell. La situación de la plantilla en este pequeño municipio del Tarragonès ha pasado a nivel crítico y casi roza el uso del desfibrilador para evitar el ‘deceso’ de la institución. Y no es por falta de esfuerzo y profesionalidad. Simplemente, porque el número de agentes es insuficiente para cubrir los tres turnos de cada jornada laboral.

    Esta semana hubo una reunión en el ayuntamiento. Asistieron el alcalde Jordi Llopart; el jefe de la Policía Local, Antonio Dote; representantes municipales y del sindicato Independiente de la Policía Local (SAP-PL), entre otros representantes.

    Encima de la mesa el problema de personal que desde 2014 se ha ido agravando por la pérdida de efectivos que no se han ido restituyendo. Desde el SAP-PL se insiste en que el problema de efectivos sigue sin resolverse, la plantilla pierde agentes cada año y el pretexto económico de las arcas municipales es la justificación permanente.

    El alcalde Jordi Llopart admite que si la situación delicada obliga a eliminar un turno, el de la mañana sería el escogido

    Desde el sindicato se admite que la situación en la Policía Local de Creixell es desesperada y que siempre hay predisposición de ayudar, pero la falta de manos cada vez es más insostenible y las horas extras no son la solución a largo plazo. Las mismas fuentes señalan que la «excusa» de la falta de recursos ya lleva demasiado tiempo siendo el único argumento y ya empieza a ser hora de que haya un punto y aparte si no se quiere llegar a la situación extrema de quedar turnos sin cubrir por falta de personal. Una amenaza muy real.

    El alcalde Jordi Llopart admite que está con las manos atadas, por mucho que presione la Policía Local y los sindicatos. El gobierno creixellense ha logrado reducir buena parte de la deuda con el Estado a raíz de la bancarrota de 2012 y ahora está apunto de añadir un plazo más largo para pagar lo que adeuda a Madrid. Con ello, Creixell tendría margen para tener unos presupuestos con partida de inversiones.

    Este acuerdo con Madrid para pagar con más años lo que queda de deuda se conocerá a mediados de octubre. Y seguidamente, el objetivo de Llopart es presentar presupuestos. «Con las cuentas de 2023 se puede generar una partida para ampliar la plantilla», admite.

    El problema no radica en que la estrategia política. El problema radica en que se llega tarde por los plazos que marca la burocracia: desde incluir una partida hasta convocar el concurso pasan tres o cuatro meses. Y con una planificación optimista, las plazas demandadas de la Policía se crearían en primavera.

    Esta solución propuesta no es factible en la Policía Local. Este final de año se jubila uno de los cabos, otro se jubiló en 2021 y el tercero está de baja por un problema de salud de larga duración. Esta ausencia de cabos deja al jefe de la Policía Local teóricamente solo con 7 funcionarios (1 de ellos se casará en breve y sumará vacaciones y el permiso correspondiente) y tres interinos, y uno también se marcha para iniciar su carrera en los Mossos d’Esquadra.

    La suma de agentes será de 8 o 9 personas en pocas semanas, cifra que impedirá cubrir los tres turnos. Existe una carta incómoda encima de la mesa que pasaría por ‘sacrificar’ un turno, posiblemente el de la mañana. Esta idea que reconoce el alcalde es la última bala que se quiere utilizar. Pero a fecha actual, no se vislumbra otra solución y el tiempo corre en contra de todos.

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