La sostenibilidad, meta clave en la evolución del turismo en la Costa Daurada

Como sucede con cualquier actividad económica, el turismo es un sector responsable de la actual situación de emergencia climática. Por ello afronta la misión de reducir este efecto. La sostenibilidad es algo necesario en la evolución de toda actividad, y el turismo no es una excepción.

Ayer tuvo lugar en Salou una mesa redonda en la que participaron distintos ponentes implicados en el turismo de nuestro territorio. Todos los participantes coincidieron en la importancia de poner la sostenibilidad ambiental y socioeconómica como uno de los objetivos a asumir a la hora de implantar cualquier cambio. En la conversación se intercambiaron ideas y proyectos impulsados desde diferentes organismos.

Una de las cuestiones que se planteó es la de la movilidad. Los desplazamientos son una de las razones principales por las que el turismo es responsable del 5% de las emisiones a nivel mundial. En este sentido, los agentes locales -Marta Farrero, directora del Patronat de Turisme de la Disputació de Tarragona; y Pere Granados, alcalde de Salou- coincidieron en las carencias del territorio en cuanto a infraestructuras de transporte. Ambos lamentaron la situación ferroviaria -y de conectividad entre diferentes medios- de Tarragona mientras reclamaban a la administración una mayor inversión en el territorio.

Pero no es solo el sector público el que debe trabajar en este aspecto. La coordinación entre administración y empresa privada es crucial. Por tanto, las empresas hoteleras tienen también un papel vital a la hora de hacer que el sector evolucione de manera sostenible. Núria Varela, directora de Calidad y Medio Ambiente del Grupo Blaumar, se pronunció sobre este aspecto. Varela aseguró que el Hotel Blaumar -donde tuvo lugar la mesa redonda- «avanza hacia la sostenibilidad en cualquier reforma o novedad que implanta», algo que «debería ser obligatorio para todos los establecimientos».

El foco se puso también en la responsabilidad individual. Los ponentes argumentaron que es necesario que el consumidor adapte hábitos sostenibles. Se destacó el dato de la huella hídrica -el consumo de agua-, que es significativamente mayor en un turista que en un residente. Esto responde, según Farrero, «al descuido de algunos en sus hábitos cuando están de vacaciones». La responsable de la Diputació afirmó que «cada uno tiene que asumir su responsabilidad contra la emergencia climática».

Otra cuestión a tener en cuenta es que el cliente, según los participantes, quiere ser sostenible, pero no siempre puede o no quiere asumir los costes que puede implicar serlo.

En ese sentido, se puso en valor el hecho de que las generaciones más jóvenes están cada vez más concienciadas y muestran hábitos sostenibles cuando ejercen como turistas.