Altafulla está de fiesta. Y no de poca fiesta, no. Los actos de su ‘Petita’ comenzaron hace ya unos cuantos días, el 1 de este mes, y todavía quedan cinco para exprimir al máximo esas ganas de pasarlo bomba. Y para bombazos, el correfoc que ayer dejó huella por las principales callejuelas de la Vil.la Closa, en un claro aviso a los presentes de que «¡eh! ¡Esto solo ha hecho que empezar!». Porque, señores, esta tarde se repite, aunque no con los Diables Petits, sino con los ‘grans’.
Los chispazos que resonaron como pitidos ayer en el núcleo antiguo fueron precedidos de otras actividades que dejaron bien claro que en Altafulla es Festa Major. Al mediodía, los castellers celebraron nada más y nada menos que 50 añazos, medio siglo de vida, y lo hicieron con un buen vermut acompañado de la música del DJ Jarras y regalando –sí, sí, ¡ellos, regalaban los cumpleañeros!– un vaso reutilizable como recuerdo por esta bonita efeméride.
El deejay no terminó ahí su trabajo, porque las ganas de fiesta estaban desbordadas. Así, su música también amenizó el final de la jornada, justo cuando la orquestra Vancouver guardó sus ‘bártulos’ después de que los más bailarines hicieran bajar la cena que aglutinó a los altafullenses en el Parc del Comunidor. Eso sí, quién quisiera disfrutar de este manjar popular debía hacerlo trayendo, de su casa, su propio plato, su vaso y sus cubiertos. Porque sino... ¡A ver quién hubiera sido el valiente en atrevser a comer un plato de arroz y una ensalada, sin usar tenedor!
Hasta aquí hemos hecho un repaso de los actos nocturnos de la Petita. Pero hubo más. Antes de lanzar los chispazos del correfoc, y hasta bien entrada la noche, el Parc del Voramar acogió una jornada de arte en la calle. Pero durante la mañada y el mediodía, por si alguien quería quedarse en casa haciendo día de ‘sofá y peli’, también se ofrecieron varias opciones. A primera hora fue el momento de hacer deporte con el concurso de tiro al arco, justo detrás de la Ermita de Sant Antoni. Después, los más pequeños –que en teoría, y remarco, en teoría, duermen un poco más– pudieron mostrar sus dotes artísticas de dibujo en la Pineda de l’Era del Senyor. Y después, como no, llegó el turno del ya mencionado vermut conmemorativo del 50 aniversario de los castellers.
Y se preguntarán: ¿y ya está? Bueno, ¿les parece poco? Pues si se han quedado con ganas, apunten en la agenda una nueva cita para hoy, repleta de actos que seguirán haciendo, de la Petita, una fiesta grande, grandísima, en Altafulla. Y si todavía se quedan con ganas de más, recuerden, hasta el domingo, en Altafulla tienen diversion cien por cien asegurada.
