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El Ayuntamiento de Calafell ha impuesto una multa de 21.875 euros a un vecino por llevar a sus dos perros sueltos y sin bozal en la vía pública.
Además los animales mataron a otro perro al que atacaron e hirieron a la propietaria al intentar interponerse con los atacantes.
La sanción está enmarcada en la ordenanza de convivencia ciudadana que determina la obligación de que los perros vayan atados y con bozal.
La concejal de Protección animal, Helena Rubio, explicó que además los dos animales eran pitbull, una de las razas de las consideradas potencialmente peligrosas y el dueño carecía del obligatorio seguro de responsabilidad y los animales no estaban censados.
Denuncias
La situación se remonta a febrero. Vecinos del núcleo del pueblo denunciaban hace tiempo la presencia de perros sueltos por la calle y que en algunos casos se sentían atemorizados por lo que reclamaron que se aplicase la ordenanza.
Tras ese ataque los perros fueron decomisados y se abrieron diligencias contra el propietario. Uno de los perros estuvo en una familia de acogida que acabó adoptándolo. El otro fue llevado a la protectora ya que tras haber matado a otro animal y atacado a su propietaria no ofrecía garantías para su adopción.
Rubio explica que «después de diversas causas graves por incumplimiento de la ordenanza», se ha decidido aplicar la sanción máxima en un tema que pretende controlarse para evitar más situaciones de tensión entre los vecinos.
La situación motivó que el Ayuntamiento advirtiese de un incremento del control para evitar que los perros vayan sueltos por la calle para evitar accidentes. Pero también se apunta que llevar a los perros sin atar también aumenta el riesgo de pérdidas.
