El fuego que en la tarde del domingo ardió en una superficie de matorrales de Calafell afectó a algo menos de una hectárea de terreno. Los equipos de emergencia pudieron controlarlo y evitar que las llamas se extendiesen a una masa de pinos y a las viviendas de la urbanización de Mas Mel.
Durante la noche diversas unidades de bomberos permanecieron en la zona remojando el terreno para controlar que las llamas no se reactivasen.
El fuego se declaró por causas que deben determinarse. La zona es un terreno forestal que es de propiedad municipal y que está catalogado como zona verde.
No es la primera
No es la primera vez que en ese mismo punto sucede un incendio forestal, lo que levanta recelo entre los vecinos de la zona.
Ante las suspicacias de que pudiese haber sido provocado, el alcalde, Ramon Ferré, señala que «es una zona verde y no se va a recalificar ningún terreno». El alcalde avisa así ante cualquier incendio que pueda producirse en el municipio. «No habrá recalificación de zonas quemadas para poder dar paso a urbanizaciones».
En el caso del incendio del domingo, añade que además el terreno es de propiedad municipal y va a seguir como zona verde.
Ese mismo terreno ya sufrió un incendio hace seis años. Entonces los vecinos denunciaron haber visto a tres hombres transitar en moto por la zona poco antes de que se declarase el fuego.
Este domingo hasta la zona del incendio acudieron además de los bomberos y agrupaciones de defensa forestal como la ADF Clot de Bou, agentes rurales, Mossos d’Esquadra, Policía Local y el Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM).
No se descarta una investigación para intentar determinar las causas del fuego. Aunque por la sequedad del terreno y de los matorrales cualquier imprudencia en forma de colilla o del paso de un vehículo a motor puede provocar el fuego.
En este sentido, los vecinos de Mas Mel, como los de otras urbanizaciones del municipio, piden una mayor intensidad y celeridad en la creación de cortafuegos entorno a los núcleos de población que están rodeados de masa forestal.
EL PPI
Además de esas franjas de protección, añaden que el bosque presenta mucho matorral seco y ramas bajas de los árboles que son un rápido propagador del fuego.
El Ayuntamiento planteó crear un impuesto para financiar los trabajos para evitar los riesgos de incendio junto a zonas urbanas y su mantenimiento. Ya ha redactado un Plan de Protección de Incendios (PPI) que analiza la situación de las franjas de protección (con los propietarios de las fincas que estarían afectadas) y el estado de los bosques.
Ahora ha comenzado a estudiarse el coste que tendría la aplicación de ese PPI.