«Oíamos ‘ayudadme, ayudadme’, pero había tanto humo y fuego que era imposible rescatarlo»

Mucha impotencia. Es lo que sintieron diversas personas que esta madrugada intentaron rescatar a un hombre de entre las llamas de un incendio en su piso de El Vendrell antes de la llegada de los bomberos.

«Pero era imposible. Había tanto fuego y humo que no podíamos llegar hasta él», explica Alami, el vecino que vive en el mismo bloque afectado.

El incendio se produjo en un inmueble de tres plantas de la calle Jaume Marcé Diu. «Faltaba poco para la madrugada cuando noté una fuerte explosión», relata Alami, que vive en la tercera planta con su esposa y su hijo.

Alami estaba despierto en la cama y notó una explosión y que el bloque se movía. Es un edificio de tres plantas, con un piso en cada una. La víctima vivía en la segunda.

‘Hay fuego abajo’

Alamai se incorporó, levantó la persiana y vio gente en la calle. «Me decían que había fuego en el piso de abajo». Cogió a su familia y bajó. La familia salió a toda prisa de su casa que ya estaba llena de humo. La luz se había ido y bajaron por la estrecha escalera también entre la humareda y a oscuras.

En la calle estaba la vecina que vive en la primera planta y que se encarga de atender y cuidar al inquilino del segundo. Por ello, tiene la llave de la vivienda. «Pedro está dentro», dijo.

Alami cogió las llaves y junto con otras personas subió al segundo piso mientras se esperaba la llegada de los bomberos. «Abrimos la puerta y estaba todo lleno de humo y fuego», relata. «Pedro, ¿estás bien?», preguntaron. Y Pedro respondió: «Ayudadme, ayudadme».

Pero el grupo de personas no se podía acercar a donde estaba Pedro por el fuego y el humo. «El hombre estaba tumbado en la cama y rodeado de bombonas de butano». «Pedro, intenta salir», le dijeron. Pero no pudo. Por seguridad los vecinos tuvieron que salir del inmueble donde ya era imposible respirar.

Para entonces ya habían llegado los bomberos que desplazaron a cinco dotaciones. Se les explicó que podía haber un hombre en una de las viviendas. En el comedor de uno de los pisos localizaron a la víctima sin vida. También llegaron unidades del Sistema d’Emertgències Mèdiques (SEM) que sólo pudieron certificar la muerte.

La víctima tenía buena movilidad. Según se ha explicado tenía contratado un servicio de teleasistencia de Cruz Roja que él mimo pagaba. Periódicamente recibía una llamada y visitas de Cruz Roja y se hacía un seguimiento de sus estado y en ningún momento se consideró necesario un grado más de control.

Ahora deberá comprobarse la estructura del edifico. La familia de Alami no podrá regresar a sus casa. Está afectada por el humo y no tiene luz. El Ayuntamiento se ha puesto en contacto con ellos por si necesitan atención.