El modernismo salpicó Salou a través del Carrilet. A principios del siglo XX, en plena efervescencia de este movimiento artístico, los burgueses de Reus empezaron a disfrutar de las playas de la Costa Daurada cada vez con más asiduidad. Entrados en los años 20, muchos de ellos mandaron a construir casas de veraneo en lo que hoy es el paseo Jaume I. Era el nacimiento del turismo tal y como lo conocemos hoy y la llegada del modernismo a Salou.
Coincidiendo con la distinción como Capital de la Cultura Catalana, la Escola Elisabeth ha querido poner su grano de arena en la difusión del patrimonio local y ha enfocado la exposición de fin de curso de los alumnos de primaria en ese modernismo que llegó a Salou por la vía del Carrilet.
La recreación de una locomotora y un vagón del mítico tren ligero que unió la ciudad con Reus durante casi 90 años es uno de los elementos centrales de la exposición. Los alumnos han recreado también con fidelidad el Xalet Bonet, quizá el mayor exponente del modernismo en Salou. Tanto su icónico arco de entrada y su fachada, como las características lámparas de hierro forjado, esta vez reproducidas en papel.
Más de 400 escolares se han sumergido este último trimestre en las grandes obras y los genios de este movimiento para dar a luz una exposición que revisita, a ojos de niño, el modernismo local, pero también las dos capitales modernistas de Catalunya, Barcelona y Reus. La fachada del Institut Pere Mata, vidrieras de colores con formas florales, los emblemáticos mosaicos de trencadís, o casas hechas de cartón con las sinuosas formas que caracterizaban la arquitectura de la época.
«Hemos aprendido las características de construcción, de decoración, los materiales que se usaban, como hierro forjado, madera, cerámica... y todo ello les ha servido para empaparse y sacar la inspiración para plasmar sus propias ideas modernistas», explica Laura Estupiñà, profesora de plástica del centro.
Un escrupuloso trabajo que les ha llevado mucho más allá del ejercicio plástico. A indagar en la historia de este movimiento, a contextualizarlo, a conocer los grandes autores y, sobre todo, a explorar un modernismo de Salou que todavía hoy es una incógnita para muchos. La exposición de la Escola Elisabeth pone luz y color a ese patrimonio. Se podrá visitar hasta final de curso.