Un escaparate al mundo para exhibir la recuperación definitiva del turismo

Fitur, la feria turística más importante del país, abrió puertas ayer en una edición, la 43, que ya ha batido récords. En la primera edición que se celebra con plena normalidad desde que estalló la pandemia, en Madrid se presentan 8.500 expositores a través de 750 estands de 135 países de todo el mundo. El año con más participación. En ese inmenso escaparate de 70.000 metros cuadrados, la Costa Daurada y las Terres de l’Ebre estarán presentes hasta el domingo, a través de 28 agentes públicos y privados que presentarán el destino ante profesionales y público.

Si hubo una palabra que estuvo en boca de todos en las primeras horas de Fitur fue «recuperación». La feria se presenta este año como el punto de partida de una temporada, la de 2023, que debe servir para dejar atrás definitivamente todos los fantasmas de la pandemia que anularon por completo al sector. Por ahora, las sensaciones son buenas.

«Se respira mucha energía», decía la concejala de Turismo de Vila-seca, Cristina Cid. «Esta es la feria que culmina todas las esperanzas del sector al 100% y eso se percibe en el ambiente», expresaba, destacando que «después de estas temporadas tan difíciles han demostrado que el turismo es un sector resiliente, que tiene muchas ganas de tirar adelante». Cid recalcaba la importancia de «esta imagen de trabajo en equipo y de Costa Daurada. Es mucho más fácil hacer acciones potentes cuando estamos unidos».

En esa misma línea, la presidenta de la Diputació, Noemí Llauradó, afirmó que «nos gusta presentarnos bajo este paraguas del Convenio Córner junto a los diferentes ayuntamientos, instituciones y asociaciones que conformamos las dos marcas, porque eso nos hace más fuertes. Las alianzas son siempre positivas».

Sin embargo, Pere Granados expresaba a la prensa su malestar por la ausencia de la marca Salou dentro del estand de la Costa Daurada. Un expositor enmarcado bajo el paraguas de la marca de turismo de Catalunya y a la sombra del gran estand que ha llevado este año Barcelona. «Catalunya y Costa Daurada tienen una asignatura pendiente, que es la presencia de las marcas turísticas. Salou ha representado este año el 58% de todas las plazas turísticas ofertadas en la Costa Daurada y no tenemos presencia. Creo que es un error estratégico», consideró el alcalde salouense. Granados reclama mayor presencia de la marca Salou en acciones de promoción como esta.

Lo cierto es que en el rincón de Catalunya conviven una decena de marcas turísticas de diferentes territorios. Un espacio discreto si lo comparamos con algunos de los expositores vecinos, como Illes Balears o Andalucía. De los ocho pabellones de IFEMA dedicados a la feria, dos los ocupan destinos de España y el resto son internacionales.

Fitur es una de las ferias turísticas más importantes del mundo y no hay destino que se precie que no se apunte. Pasear por los distintos pabellones es como dar una vuelta al globo. Lo mismo puedes estar jugando al Juego del Calamar en la inmensa pantalla del estand de Corea, como probando tés de Marruecos o un arroz chino, viendo una exhibición de jotas o abrazando a Woody con su antifaz de Carnaval.

Precisamente PortAventura puso la nota de color al estand de Catalunya en un primer día de feria en el que abundan las autoridades y los protocolos. El público general no llega hasta el fin de semana. La organización espera recibir estos días a 200.000 personas entre profesionales y turistas buscando su próximo destino. Es el momento de plantar para luego recoger.