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Zumba contra el apagón: una viajera de Cambrils y su grupo de danza se ponen a bailar tras quedarse parado su tren

Ia Ruiz y sus compañeras y compañeros de Ilerdancers estaban en un convoy de alta velocidad cuando se produjo el cese energético. Decidieron hacer lo que mejor se les da e iniciaron una coreografía a la que se unieron más pasajeras y pasajeros

30 abril 2025 16:30 | Actualizado a 30 abril 2025 17:17
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Aislados, incomunicados y rodeados por la vasta llanura de los Monegros, más de un centenar de pasajeros de un AVE con destino a Barcelona vivieron una noche insólita el día del gran apagón peninsular. Entre ellos, el grupo de danza Ilerdancers, procedente de una encuentro en Cádiz, convirtió la adversidad en una fiesta de vida.

«Vivimos el apagón dentro del AVE que iba en dirección a Barcelona, aunque nosotros bajábamos en Lleida. Salimos de Córdoba después de un encuentro de danza en Cádiz y, básicamente, estuvimos unas diez horas parados en mitad de los Monegros», relata la cambrilense Ia Ruiz, estudiante de INEFC y miembro de Ilerdancers.

Durante las primeras horas, reinaba la incertidumbre. «Al principio no sabíamos ni dónde estábamos. Luego nos dijeron que estábamos en una explanada en los Monegros, sin posibilidad de hacer nada. Al principio pensamos que la cosa duraría poco, pero vimos que iba para largo», explica.

La situación comenzó a inquietar especialmente por los pasajeros mayores. «Nos preocupamos por si necesitaban agua, algo de comida...», cuenta. Finalmente, los maquinistas informaron de que la Guardia Civil les había autorizado a abrir las puertas de emergencia. «Pudimos salir a respirar un poco, aunque estuvimos horas sin conexión con nuestras familias ni sabíamos nada del exterior. La gente estaba agobiada».

Fue entonces, cerca de las 19:00 horas, cuando dejaron salir a los pasajeros a la calle y el grupo Ilerdancers decidió actuar. «Una persona de nuestro grupo dijo ‘va, hagamos zumba’. Teníamos un altavoz, y como lo que mejor se nos da es la danza, decidimos animar el ambiente», recuerda Ia.

Pusieron música descargada de Spotify y comenzaron a bailar. El campo que rodeaba las vías se convirtió en un improvisado escenario. «La gente empezó a unirse, a aplaudirnos, a decirnos que qué bien, que qué alegría. Nos sentimos súper contentos, a tope».

«Estuvimos unas diez horas parados en mitad de los Monegros»

Desde los vagones, incluso personas mayores que no podían bajar se unieron con palmas, gestos y sonrisas: «Mucha gente mayor nos miraba desde dentro y les animábamos también. Fue muy bonito».

A medida que caía la noche, se pidió a los pasajeros regresar al tren por seguridad. El voluntariado de los pueblos cercanos llegó con botellas de agua, y más tarde, a las 22:00, repartieron leche: «Compartimos lo poco que nos quedaba de comida. Nos ayudamos entre todos. Fue muy humano».

«Nuestros vídeos bailando zumba se hicieron virales sin que lo esperáramos»

Ya pasada la medianoche, el AVE llegó a la estación de Zaragoza Delicias. «Allí nos dejaron. Nos dijeron que no saldría ningún tren, que debíamos pasar la noche allí. Muchos teníamos clase o trabajo al día siguiente», cuenta Ia. Repartieron sándwiches y agua: «Nos tumbamos en una explanada, hicimos lo que pudimos para dormir algo».

A la 1:30 de la madrugada, una voz por megafonía anunció la reanudación de los trenes hacia Barcelona. A las 4:00 de la mañana, finalmente, los Ilerdancers llegaron a Lleida. «Fue una alegría inmensa», confiesa.

«Fue un golpe muy duro, pero también una experiencia muy humana»

A pesar de las dificultades, Ia asegura que lo vivido se transformó en una experiencia inolvidable: «Fue un golpe muy duro para todos por la incomunicación, pero poder animar a la gente fue mágico. Nuestros vídeos bailando zumba se hicieron virales. Jamás imaginamos que podrían llegar tan lejos ni que ayudarían a levantar los ánimos de tantas personas». Justo daba la casualidad de que el martes era el Día Internacional de la Danza

Sin cobertura, sin tren y sin certezas, los Ilerdancers hicieron lo que mejor saben hacer: bailar. Y en ese período oscuro, su danza fue luz.

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