Alba G. Corral: «Crear arte con un ordenador también es emotivo y orgánico»

Desde hace una década está vinculada al Eufònic, el Festival de les Arts sonores, visuals i digital-performatives de las Terres de l’Ebre

01 marzo 2021 06:53 | Actualizado a 01 marzo 2021 06:58
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La artista visual Alba G. Corral (Madrid, 1977) pinta paisajes digitales que dialogan con la música que acompaña. Exhibiciones visuales a gran escala creadas a partir de la programación de un código algorítmico –comportamientos preestablecidos– que la artista conduce en directo. Reside en La Ràpita y desde hace una década está vinculada al Eufònic, el Festival de les Arts sonores, visuals i digital-performatives de las Terres de l’Ebre.

La semana pasada presentó en la Filmoteca de Catalunya el concierto audiovisual ‘Perspectives’.

Sí. En la actuación, que se enmarcó en ciclo Per amor a les Arts, vinculé el trabajo que estoy haciendo este año en el Palau de la Música, ya que soy una de las artistas residentes. El concierto se basó en la gráfica del catálogo actual del Palau de la Música Catalana, que yo misma he hecho. Entonces, a todo el imaginario utilizado le di vida sonora, a través de la música compuesta por mi alter ego Namba. Por último, la actuación fue un homenaje a muchas de las mujeres que han estado vinculadas a la historia del Palau de la Música, desde intérpretes hasta compositoras. Fue un concierto mágico, ya que, desde el respeto a las autoras, puse canciones de Victoria de los Ángeles, Alicia de la Rocha, Wanda Landowska, etc.

De formación es ingeniera informática.

Sí. Vengo de la programación pura y dura, ya que cuando me formé la programación no estaba vinculada a las artes. A nivel académico, eran estudios diferenciados. Ahora, en cambio, esta visión ha cambiado y hay estudios donde la computación y la estética están unidas, y podemos crear herramientas artísticas a través de la programación. En mi caso, la faceta artística y estética surgió después.

¿Qué proceso de creación sigue?

Mediante el lenguaje de programación preparo todo el escenario, es decir, desde las paletas de colores hasta los elementos gráficos que después ejecutaré en directo. Luego, en tiempo real, modifico los parámetros. Por ejemplo, puedo programar una línea con varios puntos y, en directo, puedo señalar la fuerza de cada uno de ellos, el color de la línea o la intensidad.

¿Nunca hay dos actuaciones iguales?

Podría programar que una línea fuese del lado izquierdo al derecho, y esto sería siempre igual. Pero personalmente prefiero que una parte de la magia la haga el ordenador, y para ello utilizo el valor aleatorio. Es una elección creativa.

Ahora, reside en  Sant Carles de la Ràpita.

Llevo tres años viviendo en la localidad, pero diez años vinculada al Eufònic, el Festival de les Arts sonores, visuals i digital-performatives de las Terres de l’Ebre.

Artísticamente, ¿cómo le ha influido vivir en el territorio?

Por un lado, me ha influido a nivel vital, ya que tengo mi casa y mi estudio, sin vivir como una artista precaria. Además, esta tierra me ofrece muchos inputs visuales a nivel artístico, como la transición de colores de los campos de arroz. También he crecido a nivel artístico y profesional de la mano del Festival Eufònic. Por último, creo que a nivel creativo debo estar en un lugar apetecible donde pueda producir y crear.

¿Qué futuro le augura al Festival Eufònic?

En el festival es tan importante el espacio como la propuesta artística. Por otro lado, al arte visual se le da la misma importancia que al arte sonoro. Le auguro muchos años en el territorio.

De las Terres de l’Ebre, ¿qué le inspira a la hora de crear?

Las aves, la montaña del Montsià… También me inspira la gente de aquí y me siento orgullosa de lo poble. He nacido en Madrid, y vivido muchos años en Barcelona, pero ahora me siento de La Ràpita. Ahora, estoy bastante obsesionada con el movimiento de las aves.

¿Cómo transforma el movimiento de las aves a nivel visual y musical?

Todo lo que se puede hacer con programación puede ser una representación de la naturaleza. El movimiento de las aves es aleatorio, y yo utilizo esta trayectoria y la gama de colores del plumaje para crear. A nivel sonoro es toda una delicia, porque las aves son un instrumento natural. Por ejemplo, una bandada de estorninos es el caso más claro de una representación algorítmica por ordenador inspirada en la naturaleza. Así que el principio básico de no colisión que tienen los estorninos se puede representar a través de la programación informática.

Ingeniera informática
La artista asegura que «hay estudios donde la computación y la estética están unidas, y podemos crear herramientas artísticas a través de la programación».

¿Qué narrativas abstractas explora?

Estoy explorando cada vez más los mundos Immersivos, es decir, realidad virtual y proyecciones a gran escala como el Fulldome. Son lenguajes diferentes que estoy experimentando para salir de lo que es la pantalla plana.

¿Qué le debemos al ‘mapping’?

El mapping ha contribuido a democratizar el arte visual y darlo a conocer. Lo importante es saber que crear arte con un ordenador también es emotivo y orgánico, igual que pintar un cuadro.

¿Cómo la tecnología marca el proceso creativo?

Marca bastante. Con un ordenador, que cada vez tienen más potencia, puedo representar 10.000 pájaros, en lugar de 10 aves. Esto significa que tengo más posibilidad de creación. También hay algunas herramientas como Ableton Live que pueden marcar la estética a nivel sonoro. Al final, el pincel se come al cuadro y se puede detectar el instrumento o la herramienta que hay detrás.

Al utilizar tecnología, ¿la obra es más perfecta?

No. La tecnología en ningún caso debe sobrepasar una idea. Para mí una imperfección puede ser una sorpresa y un error puede ser happy mistake (feliz error). La tecnología también tiene un grado elevado de incertidumbre, porque no sabes si te fallará en una actuación en directo. Por ello, hay que ser consciente y tener un plan A y un plan B.

También colabora con otros músicos. ¿Qué valor añadido encuentra en ello?

El valor es poder unir dos procesos creativos, es decir, estar al lado de grandes profesionales de la música, y con tanta variedad sonora, ha contribuido a que mi arte visual sea muy sonoro. Trabajo mucho con Carles Viarnès porque actuar con él me hace feliz. Ahora, como puedo decidir con qué personas trabajo, he decidido que mayoritariamente sean mujeres.

¿El arte visual está masculinizado?

El arte visual no es ni masculino ni femenino, lo que ocurre es que los puestos de poder todavía están en manos de muchos hombres blancos y heterosexuales.

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