Anabel Gonzalez: «Si el nudo es importante, dejémonos ayudar»

La psiquiatra y psicoterapeuta trabaja con el método EMDR. Ha publicado con Planeta ‘Las cicatrices no duelen’

01 mayo 2021 15:02 | Actualizado a 02 mayo 2021 06:31
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«Todo puede llegar a no producirnos dolor y a aprender de ello. Lo que ocurre es que no todas las cuestiones vienen únicamente del aprendizaje. También tenemos problemas relacionados con la estructura del cerebro, que es un órgano físico. Y muchas veces nos dañan situaciones que necesitaríamos resolver para curarnos por completo. Nos daña la capacidad de cuidarnos a nosotros mismos, nos daña la capacidad de conectar con los demás, nos daña la capacidad de confiar».

Estas palabras son de Anabel Gonzalez, psiquiatra y psicoterapeuta, especialista en el modelo EMDR y que ha publicado con la Editorial Planeta Las cicatrices no duelen. Cómo sanar nuestras heridas y deshacer los nudos emocionales.

¿Qué es EMDR (Eye Movement Desensibilization and Reprocessing)? Anabel cuenta que se trata de una terapia que tiene que ver con el uso de los movimientos oculares para la desensibilización y el reprocesamiento de los recuerdos. A pesar de las reticencias iniciales, basándose en la evidencia científica del efecto del EMDR en el estrés postraumático, le propuso a varios pacientes trabajar con este sistema algunas de sus experiencias que seguían sin resolver. «Y los excelentes resultados» la han llevado hasta la publicación del libro.

«El método fue un descubrimiento casual, que después se ha estudiado mucho. Produce, por ejemplo, un efecto de relajación a través del sistema nervioso parasimpático». Sin embargo, la doctora apunta que cada uno debe encontrar su vía. «El paciente tiene que tener una cierta intención de salir de ese lugar en el que está».

En relación con la manera de trabajar, explica que lo complicado de las terapias relacionadas con el trauma es precisamente descubrir las experiencias que vale la pena trabajar. En este sentido, ilustra el caso de un accidente de automóvil. «A veces el accidente es la punta del iceberg. Es decir, no se supera porque antes la persona vivió una situación en la que también pasó miedo, por lo que el cerebro lo conecta.

Lo que nos alarga el proceso, es que mientras nosotros intentamos hacer esa cura, la persona hurga en la herida y esto es algo que nos pasa mucho

La explicación reside en algún lugar y lo complicado es encontrarla. Una vez localizada, se trabaja con ella desde la idea que escribo en el libro. Serían heridas abiertas, que no se resolvieron y lo que hacemos con el método EMDR es poner en marcha el proceso de cicatrización».

Sin embargo, ¿cicatrizar es volver a pasar por el mismo dolor? «No», responde Anabel. «Es como una puerta que tenemos que atravesar para empezar otra etapa. Hay que curar lo que tengamos que curar, pero con delicadeza y poco a poco. A veces escuece, pero se cura antes. Lo que nos alarga el proceso es que mientras nosotros intentamos hacer esa cura, la persona hurga en la herida y esto es algo que nos pasa mucho».

En cualquier caso, Anabel recomienda prevenir antes que curar, «trabajar las situaciones antes de que se llegue a producir un problema de gran envergadura. Y si el nudo es importante, dejémonos ayudar».

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