Carmen Jonnes: «El que más resistencia psicológica tiene es el que aguanta la batalla de la fertilidad»

A partir de su propia experiencia, la autora aporta información y estrategias en En busca de la fertilidad, con el objetivo de que el camino a la maternidad sea más llevadero y, sobre todo, ilusionante.

05 septiembre 2021 15:03 | Actualizado a 06 septiembre 2021 09:38
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Buscar ser madre, buscar un bebé puede convertirse en una auténtica pesadilla. La aparición de la regla todos los meses, las preguntas de familiares y ajenos, los silencios incómodos, las miradas... Carmen Jonnes pasó por esas etapas de dolor y desesperación, por lo que ahora quiere ayudar a otras mujeres en esa situación. Así, en En busca de la fertilidad aporta información y estrategias para que el camino a la maternidad sea más llevadero y, sobre todo, ilusionante. Los orígenes que sustentan este libro hay que buscarlos en el canal de Youtube que abrió en 2017 para compartir su experiencia sobre la infertilidad y que actualmente cuenta con más de 50.000 suscriptoras, a las que se suman las más de 23.000 de Instagram. Dos años después creó la comunidad online privada para buscadoras de embarazo (creandounavida.com). También se puede seguir en @carmen.jonnes y Youtube.com/carmenjonnes

¿La infertilidad es un tabú?
Cuando me tocó el momento de buscar embarazo me di de bruces con un problema que ni imaginaba que me podía ocurrir, que era no poder quedarme embarazada, cuando toda la vida me habían dicho que esto era coser y cantar. Y cuando fue pasando el tiempo, recuerdo que intentaba un poco discretamente comentarlo con el entorno y me daba cuenta de que era un tema que incomodaba y que enseguida salían frases que luego con los años he visto que todo el mundo dice, tópicos del estilo 'estás estresada'; 'te obsesionas'; 'cuando te relajes te quedarás embarazada'; 'tranquila, que eres joven' o incluso 'cuidado, que se te va a pasar el arroz'.

Es un tema físico, pero también mental. ¿Cómo se lleva el hecho de que la gente pregunte constantemente? Sobre todo la mujer.
Parece que sea un tema absolutamente femenino cuando, realmente, ellos también lo pasan mal. Pero nadie cuenta con ellos en ese aspecto. Y por lo que respecta a nivel psicológico, por lo que yo compruebo día a día, en la sociedad no somos conscientes de que hay muchos temas de los que preguntando a la ligera podemos hacer daño. Hay que tener en cuenta que también hay mujeres que tardan mucho en quedarse embarazadas y que cuando se quedan, pierden a sus hijos.

 

Al ginecólogo de familia se le puede pedir medir la fertilidad, aunque no se quiera buscar el embarazo en ese momento. Que no solo realicen las pruebas típicas porque la fertilidad es finita.

O que no quieren tener hijos.
Y les meten una presión como si la vida solo dependiera de eso. No se respetan ese tipo de decisiones personales ni esos momentos en los que normalmente la gente no sabemos qué decir. Te vas con tu dolor a casa y la que contesta, pues ya es una descarada. Por lo que poco a poco todo esto silencia en general a todas las mujeres que están en búsqueda y acaba viviéndose con mucho tabú, de una manera interior. Hay personas que lo llevan mejor, pero otras pasan traumas psicológicos que necesitan acompañamiento, terapia o cosas por el estilo.

¿Cuáles son los principales consejos que aporta?
Facilito información médica a través de facultativos a los que entrevisto. Porque para mí es muy importante que las personas estén bien informadas. Yo soy como una canalizadora de la información, transformo el lenguaje médico a coloquial e intento que les llegue cuanto más mejor. Hace mucha falta educación al respecto y saber que cuando se va al ginecólogo de familia se le puede pedir medir la fertilidad, aunque no se quiera buscar el embarazo en aquel momento. Que no solo realicen las pruebas típicas porque la fertilidad es finita.

 

 

 

¿En qué consisten esas pruebas?
Por una parte, una analítica de sangre donde te miran una serie de hormonas, que son las que entran en juego en el embarazo como la antimülleriana, muy importante para ver la reserva ovárica. Por otra, una ecografía un poco más específica, para mirar de cuántos folículos se dispone, ya que nacemos con una cantidad de folículos y los vamos perdiendo durante la vida. Y finalmente un espermiograma.

Pero estas pruebas de que habla hace 15 años no las hacían por la Seguridad Social. ¿Ahora sí?
Ahora tampoco. Lo primero que te dicen es que tardar un año es normal. Y es cierto. Al final tenemos doce posibilidades al año, que son pocas. Si lo miras así, el ser humano es el peor reproductor del planeta, de todas las especies. O sea que tardar un año es normal, pero está bien saberlo. Durante ese año, si una pareja ve que esto le está suponiendo una carga, no cuesta nada hacer estas primeras pruebas. Son económicas incluso si vas de pago y si tienes seguro, te lo cubre. Pero si no lo pides no lo hacen. O lo hacen a partir del año porque piensan que no es necesario. Para mí es importante que esas pruebas se hagan a partir de los 25 todos los años o cada dos años.

 

El estrés no es un buen compañero de viaje, pero a nivel de la fertilidad, no es el único factor. Y si solo tienes estrés no es una causa para no quedarte embarazada.

Usted también facilita acompañamiento.
Sí porque hay mucha soledad en todo esto. De hecho, tengo una comunidad de buscadoras de embarazo que se llama creando una vida. Allí tengo los grupos de apoyo, hacemos quedadas mensuales, tenemos información médica y descuentos si alguna requiere de algún tratamiento. Mario Alonso Puig, que es neuropsicólogo y neurocirujano, defiende que el amor cura, que cuando encuentras un grupo en el que la gente está pasando por lo mismo que tú, te sientes parte de una tribu, lo que hace que tu dolor se rebaje. Es el amor de sentirse acompañada, de darte cuenta de que no eres la única que sientes envidia cuando ves a otra embarazada. Hay mujeres que tienen una especie de contradicción emocional cuando se queda una familiar embarazada, una hermana por ejemplo. Hay un dolor que las hace sentir que son malas personas. Porque están felices de tener un sobrino, pero al mismo tiempo piensan que ellas no pueden.

 

La gente joven empieza a trabajar muy tarde y cuando lo hacen, esperan labrarse un futuro. Y de repente se plantan con sus 39-40 años y no pueden tener hijos. Entonces tienen que ir a una clínica privada porque la Seguridad Social les dice que ya son mayores.

¿El estrés es tan importante en el logro del embarazo?
La fertilidad es multifactorial. Parece que hoy en día todo lo achacamos al estrés. El estrés no es un buen compañero de viaje, pero a nivel de la fertilidad, no es el único factor. Y si solo tienes estrés no es una causa para no quedarte embarazada. De hecho, con mi primer hijo estaba en el mejor momento de mi vida y no me quedé. Y sin embargo, con el segundo estaba en el peor momento y me quedé de manera espontánea sin buscarlo ni programarlo y con un estrés que no me aguantaba ni yo.

¿Es inevitable obsesionarse cuando hay que programar las relaciones de pareja?
Mucha gente está un año programando sus vacaciones y lo explicas y no pasa nada. Sin embargo, cuando estás preparando tu embarazo es todo lo contrario. Te dicen: 'no lo pienses', 'estás obsesionada', 'cómo vas a planificarlo tanto'… fíjate la diferencia. Un embarazo, que es un proyecto de vida, no lo puedes pensar, planificar, programar. Pero por su puesto que se puede. Y esto no quiere decir que estés obsesionada, sino ilusionada. Entonces, a nivel de pareja, es verdad que el tema de programar las relaciones puede llegar a causar mucho estrés. Ese hoy toca puede ser para muchas personas estresante. Por eso lo ideal es mantener relaciones durante todo el mes, con dos o tres veces a la semana ya estás cubierto.

 

 

Cuando lo natural falla, ¿qué posibilidades existen?
Hoy en día hay muy pocos casos en los que no se pueda conseguir. En España hay una serie de técnicas a las que se puede acceder como la ovodonación o la adopción de esperma de donante e incluso la adopción de embriones. Es decir, si resulta que eres una mujer de 43 años, que tu reserva está con menopausia o el esperma de la pareja está alterado gravemente y no se puede hacer nada, tienes estas alternativas. Que es un camino duro y empedrado, sí; que se pasa mal, sí; de hecho, el que más resistencia psicológica tiene es el que aguanta esta batalla. Esto es así. Psicológica y en muchas ocasiones económica. Porque desgraciadamente la Seguridad Social hace una criba demasiado dura que descarta los principales problemas de fertilidad que hay.

¿Cómo funciona?
Las personas mayores de 40 años ya no tienen opción de ir a la Seguridad Social y hoy en día me parece injusto porque la forma en la que vivimos, cómo está planteado todo provoca que muchas parejas no tengan la opción de ponerse a buscar el embarazo antes de esa edad. Porque cuesta mucho acceder a una hipoteca, los trabajos no son estables, la gente joven empieza a trabajar muy tarde y cuando lo hacen, esperan labrarse un futuro. Y de repente te plantas con tus 39-40 años, que te sientes en la flor de la vida. Tienes tu trabajo y tu dinero y no puedes tener hijos. Entonces tienes que ir a una clínica privada porque la Seguridad Social te dice que ya eres mayor. Va todo descompensado.

 

Un embarazo, que es un proyecto de vida, lo puedes planificar, programar. Y esto no quiere decir que estés obsesionada.

¿Cómo saber a dónde dirigirse sin equivocarse?
Existen técnicas, pero son costosas. Y hay personas que se tienen que someter a muchos tratamientos. A mi parecer, algunas están mal aconsejadas o no dan con los profesionales adecuados porque como en todo, hay médicos buenos y otros que están menos actualizados. Y cuando te pasa esto, puede ser una ruina. Por eso yo también hago un poco ese trabajo, de dar a conocer esas clínicas, profesionales, personas que para mí son de confianza. Por lo menos ya hay una primera criba y no te plantas en cualquier sitio porque cualquier sitio no vale. Y como llegas a este mundo sola, con tu pareja si es que la tienes, sin consejos de nadie, no lo hablas con nadie, no conoces a nadie que haya pasado por esto, ¿dónde te metes? En el primer lugar que encuentras. En estos casos la gente busca en internet.

Volvemos al principio, a la falta de información y al tabú.
Exactamente.

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