Mónica Pérez: «El Terrat fue pionero en contar cosas con humor»

La barcelonesa Mónica Pérez empezó su carrera en el teatro, donde formó parte de la compañía La Cubana. En 2002 apareció en La Cosa Nostra, un programa de humor de Andreu Buenafuente en TV3. Desde entonces colabora con El Terrat, participando en programas de televisión muy conocidos como Homo Zaping y Buenafuente. También ha actuado en series como La que se avecina y Ventdelplà y en películas como las dos entregas de Padre no hay más que uno. El 25 de septiembre formará parte del reparto de L’èxit de la temporada en la Tarraco Arena, obra con la que El Terrat celebra sus 30 años.

El Terrat cumple tres décadas. ¿Cuál ha sido su papel durante este tiempo? 
El de entretener al público. Ha sido una empresa que se ha dedicado al humor. Ha aportado el entretenimiento como tal, cuando antes los programas tenían una función más informativa o de concurso. El Terrat fue uno de los pioneros a la hora de contar cualquier cosa a través del humor.  

 

Con El Terrat aprendí lo que era la televisión y me hizo popular. Me dio la fama y eso hizo que me salieran más trabajos y llenara más teatros

Colabora en el Terrat desde el 2002. ¿Que supuso empezar esta relación con la productora? 
Siempre había trabajado en teatro, estaba en la Cubana, y al entrar a colaborar con el Terrat Andreu Buenafuente me enseñó todo el lenguaje audiovisual. Con él y con el resto del equipo, junto a David Fernández, que entramos juntos, aprendimos todo lo que era la televisión, que no lo conocíamos. Además, también nos hizo populares. De un día para otro salimos a la calle y la gente nos conocía. En este sentido, que te conozcan hace que te salgan más trabajos y llenas más los teatros. 

¿En qué producción de El Terrat en la que haya participado se lo ha pasado mejor?
La verdad es difícil porque lo que más me gusta es hacer reír y todos los proyectos del Terrat han sido comedia. De Una altra cosa tengo un buen recuerdo, porque fue la primera. De ahí salió Comando a Distancia, con David Fernández, Edu Soto, Jordi Rios y yo,  que fue la primera obra de teatro con el Terrat. Por otra parte, Homo Zaping. 

 

La obra es una oda al hecho que ser cómico también es ser actor. Mucha gente cree que hacer reír es fácil, y es lo más difícil

Y fuera de la compañía, ¿con qué obra, película, serie o programa ha disfrutado más? 
A lo mejor me quedaría con los espectáculos con La Cubana, aunque todas tienen su qué. También me quedaría con Hitchcock, la comedia, porque la escribí yo, y se lo que ha costado hacerla. Cuando inviertes todo en montar algo así y ves que gusta tanto y se ríen y te lo agradecen, es increíble. 

El día 25 actúan en la Tarraco Arena. ¿Qué verán los espectadores? 
Verán una obra donde hay como un salto de tiempo. Primero nos reunimos todos como si fuera hace veinte años y queremos montar una obra de teatro dirigida por Oriol Grau, que quiere que sea un drama. Pero por accidente no se llega a estrenar. Prometemos que nos reuniremos para hacerla y nos reunimos 20 años después, pero hemos cambiado claro, algunos son muy famosos, otros han dejado de trabajar, etc. Nos reencontramos con situaciones diferentes y queremos hacer lo mismo y todo es una calamidad. Al fin y al cabo es una oda al hecho que ser cómico también es ser actor, cuando mucha gente cree que hacer reír es fácil, cuando es lo más difícil. Otro mensaje que aparece en la obra es el de la amistad por encima de todo, por encima del trabajo y de la fama. Además somos capaces de cambiar y recambiar el texto. Hemos ido haciendo cambios y al final ha quedado lo que verá el público de Tarragona, es la última función y será muy diferente a la primera. 

 

Muchos de El Terrat son de Tarragona y de Reus, es como volver a la madre nodriza. Además yo vivo en Altafulla. Nos hace mucha ilusión

Ya han representado la obra, en teatros de Barcelona como de Madrid. ¿Cuál ha sido el ‘feedback’ que han recibido del público?
Siempre se han reído mucho y nos han tratado con mucho cariño. Cada vez que salía un personaje como Palomino o las Carmonas notábamos un aplauso especial por que habían seguido los programas en los que salían.

¿Qué significa para usted y el resto del equipo actuar en Tarragona? 
Pues creo que es especial para todos, ya que muchos miembros de El Terrat son de Reus y de Tarragona, es como volver a la madre nodriza, a los inicios. Yo siento que también es mi casa, ya que aunque no soy de aquí hace años que vivo en Altafulla, y me hace especial ilusión que sea en el Tarraco Arena, en el que han invertido para que sea centro de cultura y que apuesten por el teatro es de agradecer, es de valientes. Además, actuar ahí tiene que ser imponente. Estamos todos entre acojonados y con unas ganas de pisar la arena impresionantes.