Un disco salido de la calle

Rafa Olmo es un tipo singular, con carisma. Tiene imagen y pose de rock and roll star: gafas de sol, pantalones vaqueros y esa chulería propia de un bohemio que está creando constantemente. Con su grupo, Doble Rombo, jugó en la Champions League de la música: lanzó en 2018 un disco con Warner Music y estuvo de gira por toda España, incluido algún concierto de Los40. Sus videoclips se emitieron en la MTV. Un contratiempo de salud en un miembro de la banda la ha dejado aparcada temporalmente. Pero Olmo no ha parado. Se convirtió en músico callejero, con la Rambla Nova de Tarragona como principal escenario, y hoy estrena su primer álbum en solitario, autoeditado con el dinero que sacó de sus actuaciones a la intemperie.

«En la eterna desescalada, al ver que no nos dejaban trabajar ni a mí ni a mis compañeros, me tiré a las calles para desfogar toda la energía acumulada y, de paso, poder seguir (sobre)viviendo de la música. La experiencia es muy buena, pero también bastante dura. Cualquier músico que se haya acostumbrado a unas condiciones mínimas no es capaz de soportarlo», asegura el reusense.

Grabó el álbum en directo, el mes pasado, en EQ Estudi de Vila-seca, con Xavi Moreno como ingeniero de sonido. Y se marcó un Juan Palomo: canta, toca la guitarra, el bombo, la armónica y la pandereta. Tal cual actúa en la calle, un hombre orquesta. «Los que tienen billetes pueden meterse en la cueva hasta que todo esto acabe, pero al que no tiene colchón o pedigrí no le queda otra que ponerse a currar de lo que sea. Conozco a un famosísimo de este sector que está repartiendo en Amazon», señala.

Olmo debuta por libre como El Cantante del Greco, en honor al barrio de Reus donde creció. «Rafa Olmo es el que va a comprar el pan, saca a sus perras... El Cantante del Greco es el que se pone las gafas de sol y toca la guitarra. No es un personaje ni nada por el estilo. Una persona y su identidad artística no tienen por qué estar de acuerdo en todo y, aunque intento ser lo más fiel posible a mi moral, en el proceso creativo a veces surgen ideas creativas y nos toca aceptarlas y moldearlas por el bien de la obra», afirma.

El disco, al que no ha puesto título, compila rock and roll, blues, country, pop y fusión de música folklórica de México e Irlanda. «Las canciones hablan de las situaciones difíciles que te plantea la vida, como la falta de ingresos, rupturas, reencuentros amorosos complicados o problemas con drogas, alcohol y tabaco. Hay un homenaje a un tema de Triana y a un camionero del barrio del Greco», dice. Ninguna fue creada, añade, para embarcarse en un LP.

Adicto a componer

Olmo sostiene que ha evolucionado musicalmente respecto a sus inicios en Doble Rombo: «Al haberme hecho más mayor -tiene 26 años- y haber seguido aprendiendo y estudiando sin parar, considero que las canciones que hago ahora son mejores en todos los sentidos». Es un obseso de la composición: «No paro de escribir, casi de cualquier cosa». Así ha parido esta «carta de presentación» en formato CD con la que muestra todo lo que ha aprendido en este último año. «Aún sigo hambriento de conocimiento y me queda mucho camino para convertirme en el artista que quiero».

Y lanza un mensaje para los seguidores de Doble Rombo: «En cuanto esté solucionado el tema médico, volveremos a grabar material nuevo».